Virólogos advierten de la escasez de test para el diagnóstico de Covid-19

Los controles para realizar test obligatorios de coronavirus en la frontera entre Austria y Eslovenia han provocado colas kilométricas y horas de retraso para los vehículos que pretenden entrar en la república alpina, muchos de ellos con veraneantes que retornan a sus hogares en Europa Occidental. Ante el puesto fronterizo en el túnel de Karawankel, considerado la puerta de Austria hacia los países de los Balcanes, la cola de automóviles superaba este sábado los diez kilómetros. En las redes sociales un afectado que se encuentra de regreso al estado alemán de Baviera ha relatado que para recorrer tres kilómetros ha necesitado más de seis horas. No existe ningún tipo de abastecimiento, el ambiente es agresivo y entre los atrapados en la frontera hay muchas familias con niños, informa la agencia alemana DPA. Austria ha reaccionado con drásticos controles en su frontera ante el aumento de las infecciones en Croacia u otros países de la región. Quienes pretenden acceder al país tienen que presentar un test negativo de coronavirus o someterse a una cuarentena de dos semanas y los que retornan desde Croacia son registrados por separado.

El virólogo alemán Christian Drosten, asesor del gobierno alemán en la pandemia de coronavirus, ha exigido la suspensión de los test gratuitos para diagnosticar la enfermedad que se realizan en el aeropuerto berlinés de Tegel a los viajeros que proceden de países o regiones de riesgo en una carta abierta al alcalde-gobernador de la ciudad, Michael Müller. Drosten ha advertido que, debido a la limitación mundial de los contingentes de los reactivos y materiales para esa pruebas, se están agotando las capacidades para realizar esos test. La misiva, que firman también los responsables de los laboratorios berlineses, subraya que la realización de esas pruebas a los que vuelven de viaje con la amplitud de las últimas semanas desborda a los laboratorios de la capital alemana y advierte de que actualmente es imposible «llevar a cabo ya los diagnósticos para los test previstos entre el personal de los asilos y residencias de ancianos».

En parecidos términos se ha expresado el también virólogo y diputado socialdemócrata Karl Lauterbach, quien exige que se replantee la política para la realización de test de coronavirus. «El problema de la escasez de test va a ser enorme en las próximas semanas. Falta ya el suministro para las actuales capacidades de testeo no solo en Alemania. Este otoño nos veremos obligados a priorizar que personas serán testadas», afirma Lauterbach en un mensaje en Twitter, en el que subraya que el problema solo se puede resolver «concentrándose en los focos de contagio y ordenando cuarentenas».

Lars Feld, presidente de los Cinco Sabios, el grupo de expertos que asesora al gobierno alemán en materia económica, ha advertido de que un nuevo parón o cierre de las actividades en Alemania por el coronavirus «supondría una catástrofe para la economía» y conllevaría «el peligro de un permanente debilitamiento del crecimiento». Feld asegura que «un segundo cierre interrumpiría la fase de recuperación económica» y advierte de que «una serie de empresas que han logrado sobrevivir todavía en la actual fase de recuperación se verían inevitablemente abocadas a la insolvencia».