El terreno electoral británico se ha visto sacudido por uno de los terremotos políticos más profundos en la historia del país. Desafiando muchos pronósticos, el primer ministro, Boris Johnson, disfrutará de una mayoría holgada en la Cámara de los Comunes, un lujo que hasta ahora ... se les había escapado a él y a sus predecesores desde 2010. Desde este viernes, Johnson tendrá 365 escaños de los 650 totales, más que suficiente para gobernar con un margen amplio sobre las fuerzas combinadas de los otros partidos. Más importante aún, la victoria dará al primer ministro un nuevo impulso para llevar adelante el 'brexit', la piedra angular de su Administración.
Publicidad
Sin embargo, las elecciones han puesto al descubierto las profundas divisiones en la sociedad británica y el primer ministro tendrá que afrontar una tarea más complicada de lo que podría parecer a primera vista. Incluso con su nueva mayoría, seguirá habiendo obstáculos en el camino de Johnson que podrían entorpecer el proceso del 'brexit'.
Primero, durante la campaña el primer ministro repetía su lema, 'Que se cumpla el 'brexit', hasta la saciedad. Evidentemente, ha tenido éxito con su estrategia y su grupo 'tory' ha sido recompensado con una gran cantidad de escaños en el Parlamento. Pero Johnson no ha logrado ganar la mayoría del voto popular. Un 55% de los votantes optó por partidos que se oponen al 'brexit' o al menos exigen un segundo referéndum.
Johnson regresará a Downing Street para empezar su mandato debido a un colapso vertiginoso en los votos al Partido Laborista y porque la oposición a los conservadores está muy fragmentada entre muchas otras fuerzas políticas. No hay duda de que Johnson intentará embarcarse en un camino rápido hacia el 'brexit' el mes que viene. Sin embargo, al igual que los nacionalistas en Cataluña o el presidente Trump en EE UU, no va a dar un giro radical sobre la base de un consenso ni con un amplio apoyo en toda la sociedad. La de Reino Unido sigue siendo una sociedad muy polarizada y el primer ministro deberá pisar con mucha cautela.
Un segundo estorbo para Johnson es que su autoridad ahora es más débil que nunca en Escocia. El Partido Nacionalista -y muy proeuropeo- ha ganado 48 de los 55 escaños al norte de la frontera. Los 'tories', solo tres. La Administración nacionalista en Edimburgo ya está calentando motores para insistir en un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia, para que se separe de Inglaterra y pueda permanecer en la UE. Sin duda Johnson y los conservadores en Westminster resistirán la reclamación. Pero como bien saben los políticos en Madrid, las demandas de independencia no son fáciles de manejar o resolver.
Publicidad
En tercer lugar, Johnson insiste en que las negociaciones sobre los términos bajo los cuales Reino Unido dejará la UE se habrán completado para finales del año próximo. Pero ningún experto en comercio internacional cree que esto vaya a ser posible y, lo que es más importante, tampoco lo cree la UE.
Según el jefe negociador para la UE, Michel Barnier, no hay ninguna posibilidad de que el 'brexit' se termine en enero de 2021. Hasta ahora, solo se han concretado tres elementos del acuerdo: la contribución de Reino Unido al presupuesto de la UE, la consideración de los ciudadanos europeos que actualmente viven en Gran Bretaña y la situación de Irlanda del Norte. Todo lo demás, incluyendo la relación económica y comercial, queda por negociar y acordar. Según un aviso filtrado a la prensa, Barnier dijo en una reunión cerrada que el primer ministro británico está «mintiendo» cuando dice que las negociaciones concluirán a finales de 2020. Para Barnier, Johnson está «tomando a la gente por tonta».
Publicidad
Durante la campaña, el líder 'tory' se negó a entrar en detalles sobre las negociaciones esquivando las preguntas más difíciles. Sin embargo, en los próximos meses, el primer ministro tendrá que tomar decisiones y elegir entre algunas alternativas muy distintas sobre la forma del 'brexit'. Y a medida que evolucionan las negociaciones, las divisiones dentro del Partido Conservador pueden resucitar. Los diputados más pragmáticos quieren una relación cercana con la UE para que Reino Unido siga las normas establecidas en Bruselas a cambio del acceso a los mercados europeos. Saben que esta es la única forma de garantizar la prosperidad y el empleo de sus votantes. Sin embargo, el ala radical del partido quiere una ruptura drástica con la UE e insistirá en un 'brexit' duro. Para ellos, 'brexit' solo significa 'brexit' si Reino Unido rompe con casi todos los lazos que lo unen a Europa.
Así que este fin de semana el primer ministro Johnson comenzará a disfrutar de las comodidades de una Navidad en Downing Street y celebrará su victoria. Pero a la luz del frío de enero le esperan muchos problemas dentro y fuera de Reino Unido por resolver.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.