Annalena Baerbock, copresidenta de Los Verdes afp

Los Verdes aspiran a ganar las elecciones en Alemania

Annalena Baerbock aspira a devolver a los ecologistas al poder en Berlín

juan carlos barrena

Berlín

Lunes, 19 de abril 2021, 12:18

Una mujer, joven y ecologista, podría suceder a la conservadora Angela Merkel en la Cancillería Federal tras los comicios generales en Alemania en septiembre próximo. Annalena Baerbock, copresidenta de Los Verdes, fue nominada este lunes por su compañero en el liderazgo del partido, Robert Habeck, ... como candidata a la jefatura del gobierno germano. Una apuesta con serias posibilidades de éxito, toda vez que Los Verdes son, desde hace meses y según los sondeos, la segunda fuerza política en Alemania tras la Unión de cristianodemócratas (CDU) y socialcristianos bávaros (CSU) y los únicos con posibilidades de acabar con 16 años de gobierno conservador. La nominación de Baerbock, de 40 años de edad, fue decidida en solitario por los dos dirigentes máximos de Los Verdes y recibió inmediatamente la bendición de la ejecutiva de la formación ecologista y pacifista. Un congreso del partido a mediados de junio confirmará previsiblemente el nombramiento de la experta en derecho internacional como cabeza de lista de Los Verdes.

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«Me presento por la renovación, el 'status quo' lo defienden otros», dijo Baerbock, quien subrayó que «la protección del medio ambiente es la tarea de nuestro tiempo» y será la medida del futuro gobierno germano, aunque también destacó que son necesarias, entre otras cosas, inversiones en tribunales, comisarías de policía y un internet rápido para todos. En referencia al tiempo que lleva liderando el partido con Robert Habeck señaló que «hace tres años no sabíamos que hoy estaríamos aquí» como la apuesta más seria para dar un giro a la política alemana y subrayó en ese sentido que su candidatura supone una oferta a toda la sociedad. «Está sucediendo algo que hace unos años parecía imposible. Luchamos por la Cancillería Federal», señaló a su vez Habeck, quien destacó que ambos entienden el poder como una unión de fuerzas. Que el presidente haya cedido a la presidenta el liderazgo de la campaña y la posibilidad de asumir la jefatura del gobierno alemán estaba cantado en un partido en el que el feminismo es un principio básico y en el que la cuota femenina se respeta a rajatabla. En igualdad de oportunidades, la mujer debe tener prioridad.

Sin embargo, Annalena Baerbock se ha negado a jugar el comodín femenino y se ha apoyado siempre en sus propias capacidades. Prácticamente desconocida cuando ascendió a la jefatura de Los verdes hace tres años y medio junto a Habeck, desde entonces ha demostrado ser más competente y mejor oradora que su compañero. Es una experta en política europea e internacional, pero también puede recitar los detalles del acuerdo para el abandono del carbón como fuente energética o presentar desde la oposición un proyecto de ley para la donación de órganos que fue aceptado por amplia mayoría en el Bundestag, la cámara baja alemana, donde ocupa un escaño desde 2013. Casada con un asesor de imagen y madre de dos hijas pequeñas, destaca también por su habilidad negociadora y su capacidad para imponerse. Baerbock es además la preferida y querida de las bases ecologistas. En 2019 fue confirmada como copresidenta de Los Verdes con un 97% de votos, el mismo resultado con el que ha sido elegida cabeza de lista para Los Verdes en el estado federado de Brandeburgo.

La armonía de Los Verdes en la elección de su candidata a la Cancillería Federal contrasta con el duelo a muerte que enfrenta desde hace más de una semana los dos candidatos conservadores para encabezar su campaña electoral y que amenaza con reventar la Unión. El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia y presidente de la CDU, Armin Laschet, y el jefe del gobierno de Baviera y líder de la CSU, Markus Söder, luchan en una guerra abierta por ser el candidato a suceder a Merkel al frente del ejecutivo de Berlín. Como ninguno parece dispuesto a ceder en sus aspiraciones, no se descarta que al final sea necesaria una votación interna para tomar una decisión final, quizás entre los diputados de la Unión en el Bundestag. Söder sabe que cuenta con el respaldo de las juventudes de CDU y CSU, pero también de una buena parte de los parlamentarios conservadores en el Bundestag. Laschet, elegido hace solo tres meses como presidente de la CDU, no puede, sin embargo, ceder un ápice en sus aspiraciones, ya que vería seriamente dañada su imagen como líder conservador. Una situación que tiene complicada solución sin que alguno pierda la cara y que está minando la popularidad de la Unión.

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