Las tres fallecidas del ataque de Wurzburgo eran mujeres

La primera fallecida era una empleada de la tienda donde el sospechoso, ahora bajo custodia policial, entró para pedir un cuchillo que supuestamente quería comprar. Con la hoja en sus manos procedió a apuñalar a la mujer, que acabó sucumbiendo a sus heridas.

El sospechoso, a continuación, procedió a matar a otras dos mujeres en la tienda antes de proseguir con sus ataques en un banco y después en plena calle. Así estuvo varios minutos hasta que los ciudadanos le acorralaron en un callejón, donde finalmente fue reducido por los agentes, ha explicado el jefe de Policía, Gerhard Kallert.

Los abogados del sospechoso, herido en una pierna de un disparo policial durante su detención, han confirmado que ya ha sido imputado de tres cargos de asesinato y seis por intento de asesinato. Mientras tanto, hay cinco heridos graves que siguen siendo atendidos en diferentes hospitales; dos de los cuales siguen en estado crítico. Otras dos personas con heridas leves han sido dadas de alta.

El sospechoso, de 24 años y origen somalí, había recibido ya tratamiento psiquiátrico y, de hecho, fue ingresado unos días antes del ataque. También tenía antecedentes por delitos violentos, como anunció el viernes el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann.

La Policía alemana todavía está intentando concretar si existen indicios de que haya podido ser un atentado terrorista vinculado a simpatizantes del yihadismo, dado que el joven gritó «Alá es grande» durante el ataque. Sin embargo, de momento no hay una conclusión oficial.