Tres candidatos para dirigir la Alemania del futuro

Una negociadora competente y pragmática

Copresidenta de Los Verdes, de 40 años, estudió Ciencias Políticas en Hamburgo y cursó un máster en Derecho Público Internacional en la prestigiosa London School of Economics. Trabajó como jefa de gabinete de una eurodiputada verde tres años, para volcarse luego en la política regional (parlamento de Brandeburgo) y en la nacional (Bundestag).

Fortalezas: Enérgica, segura de sí misma y convincente. Competente y detallista. Pragmática y buena negociadora. Da el perfil renovador necesario, pero lejos de cualquier radicalidad, para atraer a quienes buscan un cambio en la política alemana, sobre todo ante candidatos varones y 20 años mayores.

Debilidades: Nunca ha ejercido un puesto ejecutivo.

Sondeos: Algunas de las más recientes encuestas sitúan a Los Verdes como segunda fuerza, por detrás de la CDU/CSU. En los estudios de la última semana logran entre el 20 y el 22% de los votos.

Coaliciones posibles: Si ganan, podrían encabezar un gobierno con los conservadores como socio minoritario, una suma que da sistemáticamente mayoría. También podrían llegar a conformar dos tipos de gobiernos: la llamada 'coalición semáforo', de verdes, socialdemócratas (rojo) y liberales (amarillo) o un tripartito progresista con los socialdemócratas y La Izquierda. Estas serían más complejas a nivel aritmético y programático.

El hijo de un minero que encarna el continuismo

Presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y jefe de gobierno de Renania del Norte-Westfalia, tiene 60 años. Es hijo de minero, se crió en el seno de una familia católica y estudió Derecho, pero ha dedicado toda su vida profesional a la política, donde ha sido casi de todo.

Fortalezas: Es centrista, tenaz y pragmático. Experimentado, pero con los pies en el suelo. Perseverante y con don de gentes, se le reconoce un gran capacidad para tender puentes y fraguar consensos.

Debilidades: Representa el continuismo merkeliano -en las formas y en el fondo- en un momento en el que Alemania busca aire fresco y renovación. Es propenso a meter la pata.

Sondeos: Aunque había perdido 10 puntos porcentuales desde principios de año hasta quedar empatado con Los Verdes, ha recuperado apoyo y esta semana las encuestas sitúan al bloque conservador alemán con un 28%.

Coaliciones posibles: Con su negativa a pactar con La Izquierda y el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), solo podrían mantenerse en el Gobierno de la mano de Los Verdes, ya sea como partido principal de la coalición o como socio minoritario. Un tripartito con liberales y socialdemócratas resulta inverosímil.

Un experto en finanzas de perfil moderado

Ministro de Finanzas por el Partido Socialdemócrata (SPD) y vicecanciller en la gran coalición de Angela Merkel, este abogado laboralista de 62 años saltó a la política en los 80 para virar progresivamente del anticapitalismo inicial hacia el social-liberalismo. Ha sido presidente y secretario general de su partido, así como parlamentario, alcalde-gobernador de Hamburgo y ministro de Trabajo antes de su actual cargo en Finanzas.

Fortalezas: Experimentado, inteligente y perseverante. Para el votante medio resulta moderado, fiable e íntegro. Analítico y detallista, es considerado competente en temas económicos.

Debilidades: De hablar monótono y poco apasionado, resulta aburrido en campaña y en el parlamento, a veces roza lo robótico. Distante. En puestos de liderazgo desde hace años, se le vincula con el declive de su partido.

Sondeos: Pilar del bipartidismo imperfecto alemán durante décadas, el SPD está en decadencia desde hace dos legislaturas, en parte por coaligarse con los conservadores para gobernar. Las últimas encuestas le dan entre el 14 y el 16%, un tercer puesto que le podría valer para repetir como socio minoritario.

Coaliciones posibles: Podría ejercer de muleta de quien quede primero, pero probablemente haría falta un tercero para lograr una mayoría estable. Esto complicaría las negociaciones de coalición.