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Darío Menor
Roma
Martes, 26 de noviembre 2019, 09:37
Al menos 21 muertos y 600 heridos provocó el terremoto de magnitud 6,4 en la escala de Richter que en la madrugada de este martes sacudió la costa de Albania golpeando en particular la ciudad de Durres, situada a unos 40 kilómetros al oeste ... de la capital, Tirana. Los temblores se percibieron tanto en Grecia como en las regiones del sur de Italia de Apulia y Basilicata. La cifra final de víctimas podría ser más alta debido a las personas que quedaron atrapadas en los edificios que se vinieron abajo. Durante toda la jornada los equipos de rescate y los vecinos estuvieron excavando entre los escombros, de los que pudieron recuperar con vida a más de 40 personas.
Las autoridades albanesas informaron de que el terremoto principal tuvo su epicentro a unos 10 kilómetros de profundidad entre las localidades de Durres y Mamurras. En la zona se registraron más de 100 réplicas durante el día, una de las cuales alcanzó incluso una magnitud de 5 puntos en la escala de Richter. Dos de los edificios más golpeados por el seísmo fueron sendos hoteles situados en la zona de la playa de Durres. Ambos establecimientos se vinieron abajo provocando varios muertos. También se derrumbaron algunos inmuebles en la localidad de Thumane, ubicada a unos 40 kilómetros al norte de Tirana y muy cercana al epicentro.
El primer ministro albanés, Edi Rama, publicó un comentario en las redes sociales en el que explicaba que el país estaba viviendo «momentos dramáticos», frente a los que había que «mantener la calma y permanecer unidos para afrontar el golpe». Garantizó además que las instituciones estatales estaban operativas «para salvar todas las vidas posibles». Los colegios de la región, incluidos los de Tirana, permanecieron cerrados para evitar correr riesgos innecesarios. Las autoridades movilizaron alrededor de 300 militares y unos 1.900 policías para hacer frente al peor sismo registrado en la región de Durres desde 1926.
Los países vecinos como Italia, Turquía o Kosovo y la Unión Europea ofrecieron su ayuda a las autoridades de Albania, uno de los países más pobres del Viejo Continente. El Gobierno de Roma se apresuró a enviar en avión a varias unidades de socorro especializadas en terremotos, según explicó el primer ministro, Giuseppe Conte, que mostró su cercanía con el «pueblo amigo albanés».
El Gobierno de España también expresó su solidaridad tras la catástrofe y mostró su disponibilidad para enviar al país balcánico un destacamento de la Unidad Militar de Emergencias (UME), según anunció la ministra de Defensa, Margarita Robles, que precisó que la UME se está «planificando» en
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