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Sábado, 6 de noviembre 2021, 23:59
«Aquí se cae todo». «He metido porquería en los muros». «Estos materiales son una mierda». Estas y otras frases similares fueron escuchadas por los agentes de la Guardia de Finanzas italiana en las interceptaciones telefónicas que realizaron en el marco de la 'operación Brooklyn', ... que ha llevado esta semana a la detención de cuatro personas por las irregularidades que habrían cometido las empresas encargadas del mantenimiento del puente Morandi de Catanzaro, la capital de la región sureña de Calabria.
Estas compañías constructoras estarían vinculadas a la 'Ndrangheta, la poderosa mafia calabresa, que tiene en la gestión de las obras públicas una sustantiva vía de ingresos. Este viaducto, clave en los accesos a Catanzaro y que fue diseñado por el mismo ingeniero del puente de Génova que se derrumbó parcialmente en 2018 dejando 43 muertos, se encuentra bajo secuestro judicial, aunque por el momento puede seguir utilizándose.
Los investigados ahora se enfrentan a una acusación formal por corrupción, fraude, lavado de dinero negro y pertenencia a asociación mafiosa, entre otros delitos. Hay dos empresarios del sector de la construcción y una colaboradora, así como un inspector de la Guardia de Finanzas de Catanzaro que formaba parte de la unidad antimafia local y que, al parecer, informaba al resto de sospechosos de cómo procedían las investigaciones del caso.
Según la acusación, una vez conseguida la contrata para el mantenimiento del puente y de un túnel cercano, los constructores utilizaron hormigón y mortero de ínfima calidad para reducir los costes y aumentar así sus beneficios. En sus conversaciones se jactaban de ello. Los criminales contaban supuestamente con la complicidad de un dirigente y del jefe de obras de la empresa que gestiona la concesionaria de esta infraestructura. Ambos están igualmente en la lista de investigados, aunque no han sido detenidos por el momento.
«Esta vez se ha evitado el desastre porque los arrestos han llegado antes que el drama». Con estas palabras celebró la operación de la Guardia de Finanzas Nicola Morra, presidente de la Comisión Antimafia del Parlamento. Sergio Abramo, alcalde de Catanzaro, explicó por su parte que ya dos años antes del derrumbe parcial del puente de Génova existía preocupación por la situación del viaducto de Morandi que permite acceder a esta ciudad de Calabria.
«Una señora me enseñó unas fotos en que se veía el deterioro. Alarmado, pedí a la concesionaria que hiciera un control. Vieron que la estructura es sólida, aunque hacían falta unos arreglos», garantizó el alcalde. Según explicó, los delitos se habrían producido en la ejecución de las obras y no en la fase de licitación porque él mismo la vigiló «día a día».
Roberto Occhiuto, presidente regional de Calabria, ha pedido en cualquier caso continuar con las investigaciones. «Con la seguridad de los ciudadanos no se juega», ha dicho. El puente Morandi constituye la principal vía de acceso a Catanzaro. Inaugurado en 1962, constituye uno de los símbolos de la ciudad y, en su momento, fue el puente de hormigón más alto del mundo.
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