Protesta de policías en París: «Pagados para servir, no para morir»

«Una Policía unida con los ciudadanos. Muchas gracias a todos por esta movilización», escribió en Twitter el sindicato Alliance de la Policía Nacional como reconocimiento a quienes acudieron a esta «marcha ciudadana» para expresar su apoyo a los uniformados en estos momentos difíciles.

La protesta tuvo lugar después de que la Policía se vistiera de luto por el asesinato el pasado día 5 del agente Éric Masson, tiroteado en Aviñón en un punto de venta de drogas. El 23 de abril, Stéphanie Monfermé, una funcionaria administrativa del cuerpo, falleció apuñalada por un islamista en la comisaría de Rambouillet, en las afueras de la capital.

El ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, se convirtió en el blanco de todas las críticas de los sindicatos. Los distintos líderes de las centrales denunciaron que el sistema judicial galo es demasiado laxo y no condena con suficiente dureza a los delincuentes. «El problema de la Policía es la Justicia», aseguró el secretario general del sindicato Alliance, Fabien Vanhemelryck. Grégory Joron, secretario general de Unité SGP Police-FO, que rindió homenaje a los policías muertos y heridos estas últimas semanas, exigió también «penas más duras».

A un mes de las elecciones regionales y a un año de las presidenciales muchos políticos se sumaron a la convocatoria, desde representantes del Partido Comunista a la extrema derecha. Incluso, el ministro de Interior, Guerra Darmanin, estuvo presente unos minutos en la protesta para «apoyar» a los uniformados. «Viven un momento difícil. Están de luto no hay nada más normal que apoyar a los policías en una República», dijo Darmanin, que representa el giro a la derecha de la presidencia de Emmanuel Macron.

«Nos tiene que ayudar. Este trabajo es muy difícil. Esto no puede durar. Le necesitamos. Hace falta que estemos protegidos. Salimos a trabajar, pero no sabemos cómo volveremos a casa, en qué estado», dijo un agente al ministro delante de las cámaras de televisión. «Pienso en ustedes todos los días», le respondió Darmanin.

La líder de la extrema derecha Marine Le Pen expresó desde Burdeos su «apoyo total a los policías». «El mensaje que debe lanzarse a los delincuentes y a los criminales debe ser: si tocáis a un policía, os arriesgáis a muchos años de prisión», dijo la candidata a las elecciones presidenciales en 2022.

El gran ausente fue Jean-Luc Mélenchon, presidente del partido izquierdista La Francia Insumisa (equivalente de Podemos en Francia), quien calificó la manifestación de «facciosa» contra «la institución judicial».

Ésta no es la primera protesta de policías durante la presidencia de Macron. En octubre de 2019, 22.000 funcionarios del cuerpo se manifestaron en las calles de París contra el deterioro de sus condiciones laborales, la ola de suicidios entre los agentes, las horas extras no pagadas y contra la reforma de las pensiones.

Los sindicatos denunciaban entonces el cansancio y desgaste de los agentes, en alerta desde la oleada de atentados yihadistas de 2015 y su sobrecarga de trabajo con las protestas de los 'chalecos amarillos'.