Boris Johnson, Jeremy Corbyn, Jo Swinson y Nicola Sturgeon. Agencias

Johnson y Sturgeon, los grandes vencedores

El líder laborista y la liberal democráta son los grandes derrotados de la noche electoral

Ander Azpiroz

Madrid

Jueves, 12 de diciembre 2019

Los cuatro principales líderes políticos se jugaban buena parte de su futuro en estas elecciones. Un mal resultado podía apear a cada uno de ellos del liderazgo de sus partidos, y en el caso del laborista Jeremy Corbyn y la liberal demócrata Jo Swinson la ... suerte parece más que echada.

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  1. Partido Conservador

    Boris Johnson

El primer ministro 'tory' necesitaba la mayoría absoluta para conservar un puesto con el que ha soñado desde que era adolescente, y que para conseguirlo no ha dudado en maniobrar en las sombras contra los miembros de su propio partido, como hizo con su antecesora Theresa May. La campaña de Johnson (Nueva York, 1964) fue de lo más discreta ante los periodistas, una decisión de sus asesores dada la abultada victoria que le han pronosticado los sondeos desde la convocatoria electoral. No obstante, pese a este perfil bajo ante los medios,el imprevisible primer ministro no estuvo exento de polémicas. Se negó, por ejemplo, a ser entrevistado por Andrew Neil, uno de los principales presentadores de la BBC al que se reconoce una especial dureza en sus cara a cara con los políticos. Este miércoles, Johnson llegó a esconderse en una cámara frigorífica para esquivar a los periodistas que le han seguido en campaña. Su baza para ganar las elecciones fue la de culminar un 'brexit' que ha monopolizado la política británica desde el referéndum de 2016. El problema para el primer ministro era que, de no obtener los escaños suficientes en la Cámara de los Comunes para sacar adelante su acuerdo con la Unión Europea, muchos en el Partido Conservador, tanto euroescépticos como proeuropeos, le exigirían responsabilidades. Ha superado con creces las expectativas.

  1. Partido Laborista

    Jeremy Corbyn

Todo apuntaba a que ésta era la última oportunidad para uno de los líderes más a la izquierda que ha tenido a lo largo de su dilatada historia el laborismo británico, partido equivalente a los socialistas europeos. Corbyn (Chippenham, 1949). Dio la sorpresa al hacerse con las riendas de su partido en 2015, cuando nadie apostó porque este veterano rebelde pudiera superar a los candidatos centristas próximos al ex primer ministro Tony Blair. Desde entonces, el líder de la oposición se ha enfrentado a un sinfín de rebeliones internas que ha superado siempre gracias al apoyo de las bases laboristas. Se presentó a estas elecciones con unprograma que supera la calificación de progresista y que contemplaba nacionalizaciones y subidas de impuestos para los más ricos. Su problema ha sido que muchas de sus radicales medidas han ahuyentado al electorado más moderado. Su otro talón de Aquiles ha sido el 'brexit', ante el que siempre ha mantenido una posición ambigua. En su caso el recelo no se basa, como con los euroescépticos, en temer la cesión de soberanía a Bruselas, sino que considera a la Unión Europea una organización al servicio de los poderosos y no de los trabajadores. Aún así, el Partido Laborista se había comprometido a convocar una segunda consulta sobre el 'brexit'. Corbyn fue siempre muy rezagado en las encuestas, pero también le ocurrió en 2017 y al final se quedó a apenas 2,4 puntos de Theresa May. En esta ocasión no ha habido milagro y el veterano dirigente izquierdista ya ha anunciado que no volverá a repetir como candidato, aunque, de momento, no renuncia al liderazgo laborista.

  1. Liberal Demócratas

    Jo Swinson

Swinson (Glasgow, 1980) es la candidata del partido más proeuropeo. Los liberales Demócratas han abanderado la permanencia en la UE frente a la firmeza de los Conservadores en abandonarla y la tibieza de los laboristas. No obstante, y pese a que casi la mitad de los británicos apoyaron en 2016 mantenerse dentro del club comunitario, la formación centrista y su líder no han sabido capitalizar este voto. Swinson, muy aplaudida antes del comienzo de la campaña, ha visto como su imagen de dirigente joven y enérgica se apagó conforme se acercaba la cita con las urnas. Los Liberales Demócratas se han visto lastrados por dos enormes losas. La primera de ellas es el sistema electoral, según el cual el ganador en cada una de las 650 circunscripciones se lleva el único escaño en juego, sin que haya recompensa alguna para los demás, que ven como sus votos se van a la papelera. La segunda es la alianza que Nick Clegg firmó con los conservadores de David Cameron en 2010. Fue una legislatura de severos recortes que los de votantes de centro progresista aún recuerdan a los Liberales Demócratas. Su futuro al frente del partido pende de un hilo después de no haber logrado escaño en la Cámara de los Comunes.

  1. Partido Nacional Escocés

    Nicola Sturgeon

La ministra principal de Escocia afrontaba las elecciones con dos objetivos: recuperar la plena hegemonía electoral en su territorio -en 2015 su partido consiguió 56 de los 59 escaños en juego- y obtener un resultado que le permitiese ser crucial en la formación del nuevo Gobierno, lo que pasaba porque el Partido Conservador no alcanzase la mayoría absoluta y Jeremy Corbyn reclamase su ayuda para convertirse en primer ministro en detrimento de Boris Johnson. No ha podido ser. Pero el deseo último de Sturgeon (Irvine, 1970) es forzar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia, algo que le hubiera resultado más sencillo con el Partido Laborista atado de pies y manos. Pero, cuando se consume el 'brexit', la ministra principal exigirá la consulta bajo el argumento de que Escocia votó en 2016 de forma mayoritaria a favor de la permanencia en la UE. El problema para Sturgeon es que el apoyo al independentismo ha perdido fuelle con respecto al referéndum que ya perdieron los secesionistas en 2014. Y que Johnson no es su antecesor David Cameron.

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