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Iñigo Gurruchaga
Londres
Lunes, 14 de septiembre 2020
El proyecto de ley del Gobierno británico que da a sus ministros poderes para cambiar de manera unilateral la aplicación del Acuerdo de Retirada de la Unión Europea, firmado en enero, ha avanzado en su tramitación parlamentaria, tras superar el primer voto en la Cámara ... de los Comunes.
Las críticas de exprimeros ministros y conservadores notables a la quiebra de un tratado internacional se tradujo en una victoria para el primer ministro por 77 votos (340 contra 263), una pérdida de 3 con respecto a su mayoría. Pero treinta diputados conservadores se abstuvieron y dos votaron en contra.
Boris Johnson alentó a los diputados a no repetir los errores del pasado debilitando al Gobierno en su negociación y a defender la integridad territorial de Reino Unido. También mencionó las armas. «Nuestros interlocutores», dijo, «mantienen la posibilidad de bloquear el transporte de alimentos y productos agrícolas dentro de nuestro país... La UE no ha retirado ese revólver de la mesa».
La ley se centra, en sus artículos sobre Irlanda del Norte, en la eliminación de trámites para enviar bienes y servicios desde la región a otros puntos de Reino Unido y en la independencia absoluta para subvencionar a sus empresas. El revólver de la UE apuntaría sin embargo al comercio desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte.
La UE, se quejó el ministro Michael Gove, no cede en cuestiones fundamentales y aplaza la inclusión de Reino Unido en la lista de países autorizados para exportar productos agroalimentarios al mercado comunitario. Es una decisión pendiente, según el negociador de la Comisión, Michel Barnier, de que Londres defina sus regulaciones sanitarias y fitosanitarias futuras.
Como maniobra negociadora de la UE, una amenaza de bloqueo sería torpe, porque requeriría quizás el uso de armas. Aduaneros e inspectores del Gobierno británico, que no ha permitido a la Unión establecer una sede en Belfast, tendrían que implementar órdenes de Bruselas en territorio de Irlanda del Norte, obligando a la provincia a importar alimentos para sus supermercados desde otros países.
Johnson estampó el sello de su incoherencia afirmando que «parece tan increíble que la UE pueda hacer eso que no estamos regulando en este proyecto de ley los poderes para neutralizar tal amenaza». Suavizó el tono de los últimos días para evitar rebeliones en su partido, afirmando que no quiere utilizar los poderes de la ley sino llegar a un acuerdo. La amenaza de quebrar la ley sería una mera táctica.
El presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de los Comunes, el conservador Bob Neil, le recordó que el Artículo 16 del Protocolo norirlandés ya le ofrece lo que contiene su ley. «Si su aplicación conduce a graves dificultades económicas, sociales o medioambientales que podrían persistir, la Unión o Reino Unido pueden tomar medidas apropiadas de salvaguardia de manera unilateral», dice el texto.
La familia del líder laborista, Keir Starmer, ha tenido que aislarse mientras recibe los resultados de test de coronavirus. Le sustituyó Ed Miliband, que perdió en 2015 las elecciones frente a David Cameron. Se ha recordado desde entonces que la campaña conservadora le retrató como un candidato que crearía caos. Pero el 'brexit' de los conservadores ha agitado sobremanera la política británica.
Miliband, caricaturizado por sus maneras un tanto robóticas- fue fotografiado comiendo un sándwich con aparentes dificultades técnicas- se ha liberado en cuerpo y alma tras perder el poder. Ridiculizó a Johnson en una réplica a ratos brillante. El líder que pactó lo que describía como «gran acuerdo» y obligó a los candidatos en las elecciones de diciembre a comprometerse con su defensa, reniega ahora del Acuerdo.
«O no fue honesto con el público o no lo entendió», le dijo. «¡Tal incompetencia!Es su acuerdo, es su chapuza, su fracaso, por primera vez en su vida va a tener que asumir su responsabilidad«. Y le dijo también que su ley, que quiebra la ley para salvar, según Johnson, el acuerdo de paz de 1998 en Belfast, »no es hooliganismo legislativo sobre cualquier asunto; es sobre el asunto más delicado entre todos«.
Johnson contó en el debate con el apoyo de un unionismo probritánico en Irlanda del Norte en estado de gran debilidad. Apoyó el 'brexit' contra la mayoría de la región, se alió con los más extremistas euroescépticos para derrotar a May, agasajó Johnson como nuevo líder, calificaron su Acuerdo como una traición y ahora le apoyan; aunque diga que quiere un acuerdo que sería la consumación de la traición.
El proyecto de ley del Mercado Interior pasa ahora a su fase de debate en comisión, formada por el pleno de los Comunes. Se le dedicarán dos sesiones esta semana y otras dos la próxima. Es posible que el Ejecutivo acepte una enmienda para apaciguar a su grupo parlamentario. Luego es el turno de la Cámara de los Lores, donde la oposición a la ley es más numerosa. Podría utilizar sus limitados poderes para entorpecer su aprobación.
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