El presidente de Alemania exige reducir «radicalmente» los contactos

«Lo que ahora cuenta es conservar la salud y salvar vidas humanas», destacó el presidente de Alemania, para el que las celebraciones se pueden posponer y los familiares y amigos se alegrarán también por los regalos después de Navidad. El objetivo prioritario de las medidas tomadas «en una acción consecuente» es reducir lo más rápido posible las cifras de nuevas infecciones y mantenerlas lo más bajas posible, señaló Frank Walter Steinmeier, que, dirigiéndose a los escépticos, negacionistas y quienes están hartos de la enfermedad apeló para que piensen «en los más amenazados, en los muchos enfermos que luchan por su viuda en las estaciones de cuidados intensivos». En ese sentido recordó que médicos y sanitarios en hospitales y asilos «trabajan hasta la extenuación y arriesgan además sus propias vidas». El presidente alemán subrayó que existen también motivos de esperanza y que con el comienzo del nuevo año empezarán las campañas de vacunación en este país. Agregó que «la carga que vamos a tener que soportar aún durante meses no será en vano. No hace sino acercarnos cada vez más al fin de la pandemia» y subrayó que «la pandemia no nos va a robar el futuro. Seremos capaces de superar esta crisis. Debe conseguirse y va a conseguirse».

La intervención del máximo mandatario germano se produjo un día después de que la canciller federal, Angela Merkel, y los primeros ministros de los 16 estados federados acordaran declarar un «cierre duro» en Alemania entre el 16 de diciembre y el 10 de enero como medida radical para frenar la propagación del virus Sars-Cov-2, actualmente fuera de control y con tasas de infección a niveles muy altos. Desde el miércoles cerrarán en Alemania todos los comercios con excepción de los considerados de primera necesidad como los de alimentación, droguerías, farmacias o bancos. También cerrarán sus puertas peluquerías y locales cosméticos. Bares, restaurantes y centros culturales y deportivos fueron clausurados ya a principios de noviembre. Además se restringen los contactos personales a no más de cinco personas de dos hogares distintos y en el caso de algunos estados como Baviera y Baden-Württemberg se ha dictado suplementariamente un toque de queda entre las 21,00 y las 05,00 horas. Sajonia, región que ha alcanzado una situación crítica por la pandemia, ha adelantado a este lunes el «cierre duro».

Entre tanto, el ministro federal de la Cancillería, Helge Braun, ha declarado que no cuenta con un alivio de las restricciones en Alemania una vez superado el periodo de «cierre duro». Tras comentar que tiene la «gran esperanza» de que las últimas medidas ayuden a reducir las cifras de contagios advirtió de que considera «muy, pero que muy improbable» que se recorten ampliamente las restricciones. «Enero y febrero son siempre, en lo que se refiere a las enfermedades de las vías respiratorias, meses especialmente difíciles», señaló el ministro, quien subrayó que, «mientras nos encontremos en la fase invernal» y no haya aún suficientes vacunas para todos, «viviremos tiempos difíciles».