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juan carlos barrena
Corresponsal en Berlín
Domingo, 21 de marzo 2021, 10:48
La popularidad de la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) de la canciller federal, Angela Merkel, se encuentra en caída libre. A seis meses de las elecciones generales en Alemania los conservadores alemanes pierden seguidores de manera apreciable, según revelan las encuestas periódicas ... sobre intención de voto. Un sondeo del instituto Kantar que publica el dominical Bild am Sonntag destaca que, si los comicios se celebraran el próximo domingo, CDU/CSU solo obtendrían un 27% de votos, cuatro puntos menos que hace una semana. Hace dos meses, a mediados de enero, la misma encuesta otorgaba a los conservadores un 36% de votos. La alarmante pérdida de respaldo que la formación que gobierna Alemania desde hace 16 años se debe al hartazgo de la población con la gestión de la crisis del coronavirus. El mantenimiento de las severas restricciones en este país y los fallos en el proceso de vacunación están acabando con la paciencia de los ciudadanos.
El bajón se debe también en gran medida al llamado escándalo de las mascarillas que ha conducido al abandono hasta ahora del grupo parlamentario conservador en el Bundestag, la cámara baja alemana, de cuatro diputados por enriquecerse con negocios en el suministro de material médico a instituciones públicas durante la pandemia o por sus gestiones a favor de regímenes y políticos extranjeros de carácter autocrático. Las consecuencias electorales de estos factores negativos pudieron apreciarse en los comicios regionales del pasado 14 de marzo en Baden-Württemberg y Renania-Palatinado, antiguos feudos conservadores y donde los cristianodemócratas registraron unos resultados catastróficos, los más bajos en la historia de la República Federal.
De patente pérdida de popularidad de CDU/CSU se benefician especialmente Los Verdes, que cosechan intención de voto en la misma medida que cede seguidores el partido gubernamental. El instituto Kantar concede a los ecologistas un 22% de votos, 3 puntos más que hace una semana. También ganan un punto hasta el 17% los socialdemócratas (SPD), actuales socios menores de la gran coalición en Berlín. Los liberales (FDP) suman incluso dos más hasta un 10%, mientras los ultranacionalistas de Alternativa para Alemania (AfD) ceden 2 hasta bajar a otro 10% y el partido de La Izquierda se mantiene estable en un 8%. La misma tendencia de voto en las urnas se apreciaba el pasado miércoles en la encuesta semanal que publica en instituto demoscópico Forsa y que situaba igualmente a los conservadores por debajo de la barrera del 30% de votos, mientras Los Verdes rebasaban claramente hacia arriba lz del 20%.
Thorsten Schneider-Haase, analista de Kantar, advierte de que la caída de los conservadores en las preferencias políticas de los alemanes no ha hecho sino comenzar. «Todavía no han tocado fondo», explica el politólogo en Bild am Sonntag, rotativo en el que afirma que «la Unión puede seguir derrumbándose si salen nuevos escándalos a la luz o no logran detener las tendencias negativas en la pandemia de coronavirus». No es la primera vez que las tendencias de voto de los conservadores y los ecologistas tienden a tocarse en Alemania. En verano de 2019 y tras la presentación de un decepcionante catálogo de metas medioambientales para el país CDU/CSU y Los Verdes empataban en intención de votos con un 27% de sufragios potenciales para ambas formaciones.
A la vista de los sondeos, el vicecanciller federal, ministro de Finanzas y cabeza de lista del SPD para las legislativas de septiembre, Olaf Scholz, se pronunció a favor de un futuro gobierno que excluya a los conservadores del poder. «Presumo que la Unión quedará tras los comicios por debajo del 30%» y que los socialdemócratas sumarán «claramente más del 20%», afirma Scholz en Bild am Sonntag, donde defiende posibles alianzas progresistas con Los Verdes y, si es necesario, un tercer socio que podrían ser los liberales. Un ejecutivo que prescinda para su formación de CDU y CSU «sentará bien al país», asegura Scholz, pese a que lleva casi ocho años gobernando en coalición con la formación de Merkel en Berlín.
El líder parlamentario de la CSU en el Bundestag, Alexander Dobrindt, reconoce a su vez que el resultado en los comicios generales dentro dse medio año puede llegar a ser muy ajustado. «Las elecciones al Bundestag se decidirán en una final de parpadeo y por eso debemos movilizar al máximo a nuestro electorado», señala Dobrindt en el dominical Tagesspiegel am Sonntag, donde califica de advertencia lo sucedido en las regionales de hace una semana. «Necesitamos un candidato a la cancillería que movilice al máximo a nuestros seguidores, es decir toda la banda del centro burgués», destaca el político bávaro. La Unión debe decidir aún quien encabezará su campaña electoral, un puesto para el que se postulan los presidentes de CDU y CSU, Armin Laschet y Markus Söder, respectivamente, primeros ministros a su vez de los estados federados de Renania del Norte-Westfalia y Baviera.
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