Polémica en Francia por cenas clandestinas de lujo en plena pandemia

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, pidió este fin de semana al prefecto de Policía de París que abra una investigación para comprobar la veracidad de los hechos y aseguró que, de ser ciertos, se perseguirá a los organizadores y participantes en estas cenas clandestinas. Por su parte, la ministra delegada de la Ciudadanía, Marlène Schiappa, dijo que si se comprueba que algún miembro del Ejecutivo ha acudido a estas cenas clandestinas será multado y sancionado «igual que cualquier otro ciudadano».

En el reportaje de M6, grabado con cámara oculta, unos reporteros mostraban cómo no se respetaban las restricciones sanitarias en estas cenas clandestinas de lujo, con menús que oscilan entre los 160 y 490 euros. Tanto el personal como los comensales no llevaban mascarilla.

«La gente que viene aquí se quita la mascarilla. Una vez que cruzas la puerta no hay covid. Queremos que la gente se sienta cómoda. Esto es un club privado. Queremos que la gente se sienta como en casa», explicaba en cámara oculta una de las personas que salían en el reportaje.

Pero lo que más polémica creó en Francia fueron las declaraciones de uno de los organizadores de esas veladas gastronómicas que aseguraba que ministros franceses habrían participado en esas cenas clandestinas, aunque no los identificaba.

Los ciudadanos franceses se mostraron indignados en las redes sociales. Con la etiqueta #onveuxlesnoms (queremos los nombres), exigieron que se identificara a los ministros que habrían presuntamente violado las restricciones en vigor y acudido a estas cenas clandestinas.

El organizador de una de estas cenas clandestinas ha sido posteriormente identificado por la prensa francesa y las redes sociales como Pierre-Jean Chalençon, coleccionista de objetos de Napoleón y propietario del Palais Vivienne, un palacete dedicado a la organización de eventos en el corazón de París. Chalençon se retractó este lunes de lo que había dicho en el reportaje. «A Pierre-Jean Chalençon siempre le gusta hacer bromas. Así que cuando precisa que cena con ministros en restaurantes clandestinos maneja con maestría el sentido del absurdo», afirmó su abogado en declaraciones a la agencia AFP.

Este coleccionista había anunciado en febrero en una entrevista que quería crear «un club de gastrónomos», el Vivienne's club, con el chef Christophe Leroy, el cocinero de las estrellas. Su objetivo: organizar dos veces al mes comidas y cenas y recibir «6-8-10 personas en los diferentes salones» del Palais Vivienne.

Los organizadores de estas cenas clandestinas podrían ser condenados hasta un año de cárcel y 15.000 euros de multa por puesta en peligro de vidas ajenas. Los clientes deberán pagar dos multas de 135 euros: una por no respetar el toque de queda en vigor y otra por no llevar mascarilla.

Actualmente Francia vive un tercer confinamiento, más ligero que los dos anteriores. Los cafés y restaurantes están cerrados desde finales de octubre y solo sirven comida y bebida para llevar o para el reparto a domicilio. El Gobierno apuesta por una reapertura progresiva de las terrazas de los cafés y restaurantes a partir de mediados de mayo. Desde que comenzó hace poco un más de un año la pandemia de covid-19, 96.678 personas han muerto de coronavirus en Francia, según datos oficiales.