La CDU pide a su presidenta que acelere los plazos para una pronta sucesión

«Las situaciones críticas no se resuelven celebrando la crisis, sino actuando», dijo este martes Alexander Dobrindt, jefe del grupo parlamentario de la CSU en el Bundestag, quien calificó de «idealista, desacertado y falto de toda oportunidad de ser aplicado» el plan de prolongar durante meses la búsqueda de un nuevo líder para la CDU. La menor de las dos formaciones conservadoras hermanas exige que la Unión recupere cuanto antes su estabilidad sin celebrar «un largo concurso de belleza», apuntó Dobrindt. El resultado electoral de 2021 depende en gran medida de cómo acabe la Unión el año 2020. En este sentido, largos meses de incertidumbre no hacen sino proporcionar munición a las formaciones rivales, señaló el dirigente de la CSU. Su presidente y primer ministro de Baviera, Markus Söder, había comentado la noche anterior en un acto público que el debate sobre el liderazgo de la CDU «no debe prolongarse tres trimestres«.

También los socialdemócratas urgieron a los conservadores a resolver lo antes posible su crisis de liderazgo, que calificaron de «muy preocupante», aunque reiteraron su fidelidad al pacto para la gran coalición que gobierna Alemania y su disposición a llegar al final de la legislatura siempre que la conservadora Angela Merkel siga dirigiendo el Ejecutivo y no sea reemplazada antes de tiempo por un nuevo jefe de la CDU. «Si esa canciller deja de serlo se plantean nuevas cuestiones», advirtió el copresidente del SPD, Nobert Walter-Borjans. El líder socialdemócrata exigió que los cristianodemócratas «aclaren su relación con la extrema derecha» en referencia a la ultranacionalista Alternativa para Alemania (AfD), y también con las fuerzas de sus propias filas que quieren llevar a la CDU hacia la derecha radical. Y añadió que la crisis conservadora tiene su origen en Turingia, donde sus compañeros de partido «secundaron la estrategia de la extrema derecha».

El líder del SPD pidió también a la Unión que se replantee la marginación que ejerce sobre el partido de La Izquierda. Los socialdemócratas, que gobiernan en coalición con los postcomunistas en las ciudades-estado de Berlín y Bremen, consideran que son un partido que ha demostrado su fidelidad democrática y que son necesarios para desbloquear la resolución de la crisis del Gobierno en el estado federado de Turingia, donde además son el partido con más escaños. La elección del liberal Thomas Kemmerich como primer ministro de ese 'Land' con los votos de la CDU y AfD el pasado miércoles desató la crisis conservadora por las sospechas de colaboración con los ultranacionalistas, que consiguieron así evitar que fuera elegido Bodo Ramelow de La Izquierda y su coalición con socialdemócratas y verdes.

Tras la dimisión de Kemmerich el sábado y hasta la celebración de elecciones anticipadas en al menos dos meses y medio, Ramelow intentará de nuevo ser reelegido como primer ministro para que Turingia tenga un Ejecutivo con capacidad de gobernar. Para ello busca el contacto con diputados de la CDU en su región que disienten del veto de su central en Berlín y estén dispuestos a respaldarle a la hora de lograr la necesaria mayoría parlamentaria. La Izquierda, el SPD y Los Verdes tienen previsto reunirse con la CDU en ese estado el lunes próximo, a fin de buscar una salida al conflicto.