salvador arroyo
Corresponsal. Bruselas
Miércoles, 3 de marzo 2021, 17:41
Un aliado incómodo que se va, antes de que lo echen. El partido húngaro Fidesz, del ultra nacionalista Viktor Orban, abandona las filas del grupo de los conservadores moderados en la Eurocámara; el Partido Popular Europeo (PPE), mayoritario y en el que se integran los ... eurodiputados del PP español. El divorcio se venía barruntando desde hace meses, pero ha sido este miércoles cuando ha quedado confirmado.
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Y justo después de que la formación decidiera modificar sus normas internas para incorporar la opción de suspender a una de las delegaciones políticas como camino intermedio hacia la expulsión. En la práctica quería forzar el desenlace. Ya que las nuevas normas internas suponían una desactivación efectiva que impedía a la formación de Orban participar en las actividades parlamentarias, la intervención de sus miembros en los plenos y por supuesto estar en cualquier mesa de negociación sobre nuevas leyes.
Pulsado ese botón, el primer ministro magiar anunciaba el fin de una convulsa relación con el EPP, que en 2019 alcanzó su pico de tensión cuando el grupo conservador castigó a su formación por los ataques al anterior presidente de la Comisión Europea, el también popular Jean-Claude Juncker. Con todo, sus doce diputados seguían en el grupo parlamentario. Y eso pese a que las derivas de su líder, que incluso llegó a dinamitar, junto con Polonia, la activación del Fondo de Recuperación, cada vez irritaban más a los populares europeos.
En una carta dirigida a su presidente, el alemán Manfred Webber, Orban -que ya amenazó el martes con retirar a sus eurodiputados-, iba a hechos consumados. Y sirviéndose además de un argumento cargado de oportunismo. «Con cientos de miles de europeos en el hospital y los médicos pensionados salvando sus vidas es muy decepcionante ver que el grupo popular está paralizado por sus asuntos administrativos internos y trata de silenciar a nuestros eurodiputados democráticamente electos», aseguraba en una misiva en la que calificaba de «movimiento hostil contra Fidesz y nuestros votantes», las normas internas que en forma de moción salieron adelante por 148 votos a favor frente a 28 en contra y 4 abstenciones.
La decisión afectaría en principio al grupo parlamentario, no así al Partido Popular Europeo, en el que, al menos de momento, seguiría formando parte Fidesz. El problema es que lo lidera desde noviembre de 2019 Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo siempre muy crítico con la figura del presidente húngaro.
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