Manifestantes queman fotografías de Macron en Quetta, Pakistán. AFP

El mundo islámico se desvincula de los ataques en Niza

Turquía y los países de mayoría musulmana que apoyaron su campaña de boicot contra Francia repudian el «crimen salvaje» perpetrado

mikel ayestaran

Corresponsal. Jerusalén

Jueves, 29 de octubre 2020, 21:24

Todo el mundo lo esperaba, sólo faltaba saber el momento. Cada vez que salen a la luz caricaturas del Profeta, el sector más fanático del islam marca la línea roja con sangre y volvió a repetirse, esta vez en Niza. Después de una semana ... de protestas contra Emmanuel Macron y de promover el boicot a los productos franceses, la espiral de violencia desembocó en un ataque mortal. Los líderes de los mismos países que durante toda la semana denunciaron el uso de los dibujos satíricos de Mahoma y alertaron de que estas acciones alimentan los radicalismos, condenaron este «crimen salvaje», según las palabras del Ministerio de Exteriores turco.

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Las primeras miradas apuntaron a Ankara ya que Recep Tayyip Erdogan ha liderado el pulso contra Macron y pidió públicamente a sus ciudadanos que no compraran productos franceses. ¿El pecado del presidente francés? Declarar que su país «no piensa renunciar» a la publicación de caricaturas del Profeta porque lo consideran un acto de libertad de expresión. Estas fueron las declaraciones de Macron en la despedida del profesor Samuel Paty, decapitado hace dos semanas por un islamista radical tras mostrar esos dibujos en clase. A diferencia de lo que sucedió entonces, cuando la reacción oficial turca se hizo esperar, tras lo ocurrido en Niza el Ministerio de Exteriores emitió un mensaje de condena inmediato.

Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait o Jordania fueron contundentes a la hora de rechazar «este ataque terrorista que, como todos los actos terroristas, es contrario a todas las religiones y creencias humanas», según Riad. En la misma línea, las autoridades de Ammán apuntaron que «el terrorismo es un enemigo común que no tiene nada que ver con una religión específica y va en contra de los valores de la vida y de la paz que representa la religión islámica».

«No hay excusa»

Desde Egipto llegó el mensaje de Al Azhar, la institución más importante del Islam suní. El gran imán Ahmed al-Tayeb fue contundente a la hora de expresar en su cuenta de Twitter que «no hay excusa para justificar esos actos terroristas odiosos que contradicen las enseñanzas tolerantes del Islam y de todas las religiones». En medio del clima de ira de la última semana, con países como Bangladés en los que decenas de miles de seguidores del principal partido islamista se echaron a las calles para quemar banderas francesas y pisotear imágenes de Macron, Al-Tayeb advirtió de los riesgos de «la escalada del discurso de la violencia y el odio».

«Los musulmanes necesitamos llegar a un consenso para que nadie sea asesinado o encarcelado por ser ofensivo con el islam. Mientras tanto, podemos criticar la intolerancia del secularismo francés, sus crímenes coloniales en Argelia o el racismo de Occidente. Pero primero debemos hacer nosotros las cosas bien», reflexionó en las redes sociales el escritor turco Mustafá Akyol, autor de libros como 'The Islamic Jesus' o 'Islam without Extremes'. Ese consenso parece lejano y todas las alertas están encendidas para este viernes de oración en el que se esperan manifestaciones de protesta tras el rezo del mediodía. La historia se repite y las condenas no son suficientes para frenar a los más radicales.

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