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Merkel. Reuters
Merkel: «El virus castiga las decisiones a medias»

Merkel: «El virus castiga las decisiones a medias»

La canciller federal defiende las severas restricciones que entraron hoy en vigor en Alemania

juan carlos barrena

Berlín

Lunes, 2 de noviembre 2020, 16:17

La canciller federal, Angela Merkel, defendió hoy la severidad de las restricciones que entraron este lunes en vigor en Alemania para frenar la propagación del coronavirus y reiteró que su objetivo es reducir los máximo posible el contacto entre las personas. «El virus castiga las ... decisiones a medias», dijo Merkel para explicar la dureza de las medidas adoptadas por el gobierno de Berlín y los ejecutivos de los 16 estados federados en una rueda de prensa convocada inesperadamente pocas horas antes en la «Bundespressekonferenz», el centro internacional de prensa en Berlín, en vez de en la Cancillería Federal como es habitual. «No podemos permitir que la propagación del virus desborde a nuestras oficinas sanitarias», subrayó la canciller, quien calificó de preocupante el hecho de que actualmente el 75% de los contagios no puedan ser rastreados. «Debemos reducir nuestros contactos allí donde sea posible», apeló la política conservadora al pueblo alemán.

«Hemos sopesado largo tiempo si existe una vía mejor o más suave. Pero no la hemos encontrado. Por ese motivo aprobamos esas directrices con todo dolor de corazón», explicó Angela Merkel en referencia al cierre a partir de hoy y durante todo el mes de noviembre de todos los bares, restaurantes y hoteles, así como centros culturales y deportivos en toda Alemania. Añadió que la decisión para dictar las nuevas restricciones es respaldada por destacadas organizaciones y expertos científicos, que asesoran permanentemente al ejecutivo de Berlín. Para la canciller es prioritario ahora que los centros sanitarios vuelvan a controlar las cadenas de contagios y la situación de la pandemia en este país. En ese sentido señaló que la actual tasa de incidencia del virus Sars-Covid-2 en Alemania es de 127,8 infecciones por cada cien mil habitantes en una semana y que el objetivo de las restricciones es conseguir reducir esa tasa a menos de 50 infecciones, el límite máximo establecido por el Instituto Robert Koch (RKI) de virología para declarar una región de riesgo.

«Es natural que la gente este decepcionada porque todo esto dura tanto tiempo», reconoció Merkel, quien comentó que el virus ha recuperado terreno en otoño y quedan por delante aún los largos meses del invierno. Tras advertir sin tapujos de que «la luz al final del túnel está todavía bastante lejos», la jefa del gobierno germano dijo entender «el descontento, aunque debo pedir comprensión, porque no tenemos otra alternativa» a la medidas dictadas para afrontar la pandemia. La canciller federal aseguró cree en la fuerza de la razón y la responsabilidad en una democracia. «Esta es una prueba que no hemos vivido desde la Segunda Guerra Mundial», comentó, para seguidamente señalar que «se trata de un suceso que solo se produce una vez en el siglo».

Angela Merkel demandó de la población disposición al sacrificio. «Esto significa cuatro semanas de renuncia a muchas cosas que hacen la vida bella», declaró la política conservadora, para la que es responsabilidad de todos y cada uno de los ciudadanos ayudar a reprimir la pandemia. «Si lo conseguimos, y yo creo que lo conseguiremos, tendremos un diciembre más soportable, aunque bajo el dictado de las normas contra el coronavirus», dijo esperanzada la canciller federal. Preguntada por las próximas festividades, Merkel subrayó que «no debe haber navidades en soledad», aunque la decisión depende de cómo se desarrolle este mes: «si todos somos muy responsables en noviembre, podremos permitirnos más libertades en Navidad». Pero seguidamente añadió que «no creo que vaya a haber grandes fiestas de Año Nuevo». La jefa del gobierno federal no quiso comprometerse sobre la situación que espera al país a finales de año y recordó que a mediados de este mes tendrá una nueva reunión con los primeros ministros de los 16 estados federados para analizar la situación de la pandemia en Alemania y el efecto de las nuevas restricciones.

La canciller federal tuvo también palabras para los dueños de bares, restaurantes y hoteles, pero también otros negocios como gimnasios, locales de masajes o de manicura y pedicura que este lunes debieron cerrar sus puertas de manera obligatoria y forzosa. «No dejaremos a nadie solo con sus pérdidas», aseguró la canciller, para recordar seguidamente que los ministerios de Economía y Finanzas han preparado un amplio paquete de ayudas para evitar que esas pequeñas empresas se vean abocadas a la quiebra.

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