Media docena de activistas medioambientales en huelga de hambre en Berlín

Entre los huelguistas se encuentran activistas de movimientos como «Fridays for Future» o el más radical «Extinction Rebellion» y en todos ellos parece reina la desesperanza. «La huelgas de hambre han sido siempre desde el punto de vista histórico el último recurso cuando ya no se sabía cómo seguir adelante. Esa es nuestra situación ahora», explica Lübbert. Aunque el grupo acampa entre el despacho de la canciller federal, Angela Merkel, y las oficinas de los diputados del Bundestag es mayor, tras más de dos semanas sin tomar alimentos se identifica fácilmente a los seis jóvenes en huelga de hambre. Se encuentran todos ellos bajo supervisión médica y psicológica, pero uno de ellos, Jacob Heinze, de 27 años, sufrió un desvanecimiento el martes pasado y tuvo que ser atendido en la «Charité», el hospital universitario de Berlín, aunque, entre tanto, se encuentra de nuevo entre los huelguistas.

Simon Helmstedt, estudiante de 22 años, destaca que no le hace ninguna gracia tener que presionar a los políticos con una huelga de hambre, pero que se encuentra «masivamente decepcionado» por el hecho de que en todo este tiempo ni uno solo de los candidatos se haya dignado a acercarse un momento para hablar con ellos. Únicamente la aspirante de Los Verdes, Annalena Baerbock, ha tenido hasta ahora una conversación telefónica con los jóvenes, ante los que apeló para que vuelvan a ingerir alimentos, ya que su iniciativa «es la vía equivocada del diálogo» y amenazan sus propias vidas. Durante un mitin este viernes en Chemnitz la líder ecologista se refirió a los activistas después de que una mujer desde el público preguntara por qué ningún candidato se molestaba en hablar con ellos. Tanto cristianodemócratas, como socialdemócratas y verdes han comunicado por carta que están dispuestos a conversar en una cita privada con los huelguistas, pero después de las elecciones. Pero esto no es suficiente. «Vemos en ello un intento de evitar el tema en campaña», afirma Lübbert.

«Los partidos han quedado en evidencia. Y en evidencia deben quedar también porque carecen de respuestas para la mayor crisis que preocupa a la juventud», añadió la portavoz del grupo, al que visitan permanentemente personas que quieren expresar su solidaridad con los jóvenes. Henning Jeschke, de 21 años, explica lo que a todos les motiva. «Creo que la esencia de la vida es defender lo que uno considera correcto, también cuando uno no sabe si acabará bien», destaca el estudiante, quien reconoce, como sus compañeros, que solo sueñan con volver a comer, si bien parecen dispuestos a llevar su huelga hasta el final. «Todo lo que yo sufro ahora no es nada comparado con lo que vamos a sufrir por la crisis climática, como la mucha gente que actualmente sufre hambrunas en el mundo», advierte Helmstedt.