Macron denuncia el «egoísmo» de quienes protestan por la vacuna y el certificado sanitario

Unos 161.000 franceses se manifestaron el sábado en ciudades como París, Marsella, Lyon, Montpellier, Nantes y Rennes al grito de «libertad» contra lo que denominan «la dictadura sanitaria». Clamaban contra la vacunación obligatoria para médicos, enfermeras y otras profesiones y contra la extensión del certificado sanitario, que será exigido a partir de agosto en bares, restaurantes y trenes de largo recorrido. Las movilizaciones dejaron 71 detenidos y 29 agentes heridos, según el Ministerio del Interior. El 17 de julio, fueron 114.000 los que tomaron las calles.

«Si mañana usted contamina a su padre, a su madre o a mí, yo soy víctima de su libertad cuando tiene la posibilidad de tener algo que puede protegerle y protegerme. Y en nombre de su libertad, usted puede tener una forma grave (de covid-19) y usted llegará a este hospital. Todas estas personas le tendrán que atender y quizá renunciar a atender a otro. Eso no es la libertad, eso se llama irresponsabilidad, egoísmo», dijo Macron a los antivacunas durante la visita a un hospital de Tahití.

«La ciencia nos da un arma contra el virus. Vacúnense», instó el mandatario a los franceses. «Si uno ama su libertad y respeta a los otros el único gesto a hacer es vacunarse», añadió al tiempo que defendió que las medidas anunciadas por el Gobierno galo para hacer frente a la cuarta ola de la pandemia de coronavirus son «proporcionadas».

El Parlamento francés examinó este fin de semana el proyecto de ley sobre gestión de la crisis sanitaria. El texto, aprobado en primera lectura por la Asamblea Nacional y el Senado, comenzó ayer a ser examinado por el Parlamento en comisión mixta paritaria antes de su aprobación definitiva y su entrada en vigor.