Le Pen se une al rival de su hija en la extrema derecha francesa

Sus declaraciones suponen un duro golpe para su hija, Marine Le Pen, presidenta de Reagrupación Nacional (RN), que ve como Zemmour sube como la espuma en las encuestas, pese a no haber anunciado todavía oficialmente su candidatura. A Jean-Marie Le Pen lo que le gusta de Zemmour es que «ha montado a la barricada diciendo cosas que nadie osa decir, excepto yo, pero tiene una audiencia superior». Le Pen padre cree que Zemmour es, al igual que le ocurrió a él, víctima de una diabolización.

«La única diferencia entre Eric y yo es que él es judío. Es difícil calificarse de nazi o de fascista. Esto le da una mayor libertad», según el político ultraderechista, que a lo largo de su carrera política hizo declaraciones antisemitas.

Le Pen, de 93 años, fue excluido del partido que fundó en 2015. La formación cambió de nombre. Ahora se llama Reagrupación Nacional. Su hija comenzó un proceso de «desdiabolización» del partido para deshacerse de los elementos más ultras y hacerlo más presentable de cara al electorado con el objetivo de llegar al Palacio del Elíseo.

La vieja guardia del Frente Nacional ve con buenos ojos a Zemmour, autor de ensayos como 'El suicidio francés' y 'Destino francés'. Hasta hace poco tenía una tertulia en la cadena de televisión 'CNews'.

Zemmour, que ha entrado en la precampaña electoral como un torbellino político, no tiene pelos en la lengua. Defiende la teoría supremacista del «gran reemplazo», azuza el miedo a la invasión islámica y exhibe una islamofobia y xenofobia sin complejos, acusando a los inmigrantes musulmanes de todos los males del país.

La candidatura de Zemmour a las elecciones presidenciales no le conviene a Marine Le Pen, ya que dividiría el voto de la extrema derecha y dificultaría su paso a la segunda vuelta. Solo los dos candidatos más votados se clasifican.

Si hoy se celebrara la primera vuelta de las presidenciales, Macron, con un 24% de intención de voto, y Marine Le Pen, con un 16%, pasarían a la segunda vuelta. Pero Le Pen debe tener cuidado. Zemmour (con un 15%) y el conservador Xavier Bertrand (14%) le pisan los talones y podrían, uno de los dos, robarle el puesto en la segunda vuelta.