Italia examina a su clase política en un referéndum para reducir el Parlamento

Para la principal formación de la coalición gubernamental, en la que también participa el Partido Democrático (PD), esta reforma supone la piedra angular de su posición 'anticasta'. Con ella pretende ahorrar 500 millones de euros por legislatura y agilizar los trámites parlamentarios. «El pueblo podrá retomar su poder echando a los dinosaurios, que se extinguirán con el cometa de la reforma constitucional», comentó este jueves en su habitual tono histriónico Beppe Grillo, fundador del M5E.

El resultado del referéndum, que no requiere de una participación mínima para ser efectivo, parece claro que será favorable, pues no han calado las críticas de quienes consideran que se trata de una medida cosmética asegurando que el ahorro será mínimo y no dejará un Parlamento más efectivo.

«Ganará ampliamente el 'sí' en la consulta por el fuerte sentimiento antipolítico de los italianos», vaticina Giovanni Orsina, profesor de Ciencia Política en la Universidad Luiss-Guido Carli de Roma. «Italia entró desde hace 25 años en el círculo vicioso de la antipolítica, que se ha convertido en una profecía que se cumple a sí misma. Para hacer buena política se necesita dinero y confianza, que es justo lo contrario que propone esta consulta», advierte el docente.

     

Alex Buriani, director de investigaciones en el instituto demoscópico Ixè, confirma que «el resultado a favor del 'sí' parece muy sólido», debido a que muchos electores consideran a la clase política una 'casta' y ven en el referéndum una oportunidad para quitarle privilegios.

Mucho menos claro está en cambio qué sucederá en las elecciones que se celebran de forma simultánea en siete regiones. Se trata de Toscana, Las Marcas, Campania y Apulia, que están ahora mismo gobernadas por el centroizquierda, y de Véneto y Liguria, en manos del centroderecha. Se vota también en el minúsculo Valle de Aosta, pero su presidente no es elegido directamente por los ciudadanos, y en 1.179 municipios, entre ellos dieciocho capitales de provincia, siendo Venecia la más importante.

«La única región que parece clara para el centroizquierda es Campania, donde funciona el populismo del presidente saliente, Enzo de Luca, cuya reelección está garantizada. En las otras se prevé la victoria del centroderecha o un resultado ajustado», vaticina Buriani.

Las elecciones suponen una prueba para la coalición de Gobierno en la que el PD se juega más que el M5E, ya que ninguno de los candidatos de la formación 'anticasta' tiene opción de victoria. Los socios del Ejecutivo se presentan además separados en casi todos los territorios, mientras que el centroderecha lo hace unido, aumentando así sus posibilidades de éxito y de intentar que el resultado debilite al Gobierno de Roma.

«Un 3-3 en las regionales sería excelente para el PD, un 5-1 una derrota total y un 4-2 podría ser aceptable si no pierde la Toscana por su fuerte valor simbólico», advierte Alessandro Chiaramonte, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Florencia.

Pase lo que pase en esta cita con las urnas, Chiaramonte considera «altamente improbable» que el resultado pueda provocar una crisis de Gobierno. «El PD y el M5E intentarán mantenerse en el poder. Quieren gestionar las ayudas europeas por la pandemia y controlar la elección del presidente de la República en 2021», sostiene.