El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, junto a la canciller germana, Angela Merkel. REUTERS

El Gobierno alemán confía en mantener la gran coalición

CDU y SPD celebran el buen ritmo de trabajo del Ejecutivo, mientras la población está harta de alianzas políticas forzosas

juan carlos barrena

Alemania

Miércoles, 6 de noviembre 2019, 21:17

«Capaz de trabajar y dispuesta a trabajar», así definió la canciller federal, la cristianodemócrata Angela Merkel, la situación de la gran coalición que gobierna Alemania al hacer balance de la media legislatura trascurrida. Junto al vicecanciller federal, el socialdemócrata Olaf Scholz, la jefa de ... Gobierno alemana celebró el ritmo de trabajo de la alianza de gobierno que ha cumplido o tiene puestas en marcha 200 de las 300 medidas firmadas en el pacto de coalición. Merkel y Scholz expresaron además su voluntad de dar continuidad a la colaboración de conservadores y socialdemócratas hasta las elecciones de otoño de 2021, un deseo que comparten los miembros de su gabinete, pero cada vez menos los ciudadanos, hartos de matrimonios políticos forzosos tras tres grandes coaliciones en los ya 14 años de gobierno de Merkel. Conservadores y socialdemócratas llevan dos años sufriendo desastres electorales a nivel regional en beneficio de la ultranacionalista Alternativa para Alemania.

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Canciller y vicecanciller tampoco hicieron mención de los problemas en el seno de la gran coalición y sus propios partidos. En la Unión Cristianodemócrata (CDU) se ha desatado una lucha abierta por la sucesión de Merkel en la jefatura de Gobierno, con cuatro aspirantes que socavan la posición de la presidenta del partido, Annegrett Kramp-Karrenbauer, la favorita de la canciller.

Fracaso electoral en Turingia

Con el fracaso electoral de la CDU en los comicios de Turingia como detonante, la proximidad del fin de la era Merkel y la decepcionante actuación de su sucesora como líder de la formación han dado alas a quienes ambicionan el poder en el partido y el Gobierno, sobre todo al ala más conservadora, que reclama un retorno a posiciones más tradicionales y está harta de hacer concesiones a los socialdemócratas (SPD) para mantener el ejecutivo en Berlín.

A su vez, el SPD se encuentra ocupado desde hace más de seis meses con la elección por sus bases de una nueva doble presidencia. Un proceso que debe culminar a final de mes y al que se presenta como candidato Olaf Scholz junto a la experta en política comunal y regional Klara Geywitz. Su elección, sin embargo, no es segura. Sus rivales en la segunda vuelta, el experto en finanzas Norbert Walter-Borjans y la diputada federal Saskia Esken son partidarios de la ruptura de la gran coalición y cuentan con un apreciable respaldo en las bases.

Encuestas internas los sitúan como ganadores y nuevos presidentes del SPD, lo que podría provocar un giro a su política. Walter-Borjans considera que el partido debe regenerarse ante la fuerte pérdida de popularidad. El SPD se encuentra en tal estado de debilidad que debe renunciar incluso a nominar un candidato a la cancillería federal, afirmó este miércoles el rival de Scholz.

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Como si esos problemas no les incumbieran, Merkel y Scholz celebraron los logros de su gobierno como, entre otras muchas, el acuerdo para el fin de la era del carbón o ley para la protección del clima, las medidas para combatir la escasez de vivienda y los alquileres abusivos, los programas para dotar de medios modernos a la educación o mejoras en el sistema sanitario.

Todo apuntado en un largo documento de 84 páginas que parece una lista de tareas resueltas y por resolver en materias como la formación, investigación y digitalización, pero también en la integración o la cohesión de la sociedad. Sobre este último tema señala que «vivimos en un tiempo en el que aumentan las fuerzas centrífugas políticas y sociales. La compensación de distintos intereses y la disposición al compromiso, imprescindibles en una democracia, pierden aceptación».

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Berlín impedirá la vuelta de expulsados con controles férreos

Alemania reforzará sus controles fronterizos para identificar a personas a las que se les ha prohibido la entrada en el país, anunció el Ministerio del Interior. Las nuevas directrices establecen más vigilancia para evitar el acceso de personas como el apátrida Ibrahim Miri, deportado el mes pasado de suelo alemán tras haber sido expulsado del país por dirigir una organización criminal, tráfico de drogas y extorsión, entre otros delitos. En el último año, en la frontera con Austria, han sido interceptados siete individuos que trataban de entrar en Alemania, a pesar de tenerlo prohibido.

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