Francia refuerza el control fronterizo por la «imprudente» desescalada de España

Beaune, que hace diez días ya desaconsejó a los galos ir de vacaciones este verano a España o Portugal por la rápida extensión de la variante Delta, explicó que los controles del pasaporte sanitario europeo para entrar en Francia serán sistemáticos en los aeropuertos y aleatorios en los pasos fronterizos por carretera.

Preguntado en concreto por los escasos filtros en algunos vuelos procedentes de España, el secretario de Estado dijo que «a partir de esta semana» se verificará que las compañías aéreas y los aeropuertos son «serios y rigurosos» y que están vigilando esos controles «de forma sistemática» a la hora de embarcar «incluso en Europa y sobre todo por los países más a riesgo».

Reconoció en ese sentido que hacer controles sistemáticos de todos aquellos que entran por carretera en Francia es «casi imposible», pero advirtió de que sí los habrá «selectivos». «Uno de los problemas que hemos vivido (.) es que muchos jóvenes franceses se han ido de fiesta a Cataluña y han vuelto», explicó Beaune en una entrevista con la cadena de televisión BFMTV.

Francia reforzó este fin de semana los controles en las fronteras. Por ejemplo, ahora exige una prueba PCR o antígenos negativa de menos de 24 horas a los viajeros no vacunados procedentes de España, Portugal, Reino Unido, Chipre, Países Bajos y Grecia. Antes era de menos de 48 horas. Los viajeros vacunados deberán presentar su pasaporte sanitario europeo para poder entrar en Francia.

Por otro lado, el Consejo de Ministros galo aprobó este lunes el proyecto de ley que establece la obligatoriedad de la vacuna para médicos y enfermeras, y la extensión del certificado sanitario, a pesar de las protestas este fin de semana contra «la dictadura sanitaria».

Con estas medidas, París trata de frenar la rápida propagación de la variante Delta e incitar a más ciudadanos a vacunarse coincidiendo con el inicio de la cuarta ola. El proyecto de ley será examinado estos días por la Asamblea Nacional y el Senado, que deberán dar luz verde definitiva este fin de semana a estas medidas.

Unas 114.000 personas se manifestaron el sábado en toda Francia contra la obligatoriedad de la vacuna para el personal sanitario y de residencias de la tercera edad. También se oponen a que exijan el certificado para entrar en bares, restaurantes, transportes de largo recorrido y eventos culturales, pues consideran que esta medida es discriminatoria para los no vacunados.