Homenaje a la policía francesa asesinada por un yihadista. AFP

Francia homenajea a la policía asesinada por un yihadista

El primer ministro, Jean Castex, condena el «fanatismo sanguinario» y la «guerra de cobardes» que representa el terrorismo islamista

Beatriz Juez

París

Viernes, 30 de abril 2021, 17:39

Francia rindió este viernes un homenaje nacional a Stéphanie Monfermé, la policía asesinada el pasado 23 de abril por un terrorista islamista en un ataque con cuchillo en la comisaría de Rambouillet, suroeste de París. El primer ministro, Jean Castex, recordó en la ceremonia de ... homenaje que la víctima, que trabajaba como funcionaria administrativa en esa comisaría desde hacía 27 años, regresaba a su puesto tras un descanso cuando «un hombre surgió de la nada para asesinarla con un salvajismo y una determinación que dan escalofríos».

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«¿Por qué ese odio de un hombre hacia una mujer que no conocía? ¿Una mujer que nunca le había hecho nada? ¿Por qué?», se preguntó el jefe del Gobierno galo. «Pues bien, porque vuestra colega encarnaba, a ojos de ese hombre del que me niego a pronunciar su nombre, la Policía Nacional y por tanto la autoridad del Estado. Vuestra colega fue asesinada porque servía a su país, porque estaba al servicio de Francia», añadió.

En opinión de Castex, «el terrorismo islamista no es más que un fanatismo sanguinario. Este fanatismo nos ha declarado la guerra, pero es una guerra de cobardes». Asimismo, recordó que Stéphanie, dado que era una agente administrativa, no llevaba arma ni uniforme cuando fue asesinada ni patrullaba las calles.

LAS FRASES:

  • Ataque a cuchilladas. «¿Por qué ese odio de un hombre hacia una mujer que no conocía, que no le había hecho nada?»

  • Atentado al sistema. «Ella encarnaba a la autoridad del Estado. Fue asesinada porque servía a su país»

El asesino, un hombre de origen tunecino de 36 años llamado Jamal Gorchene, acuchilló a la agente al grito de al grito de «Allahu Akbar» (Alá es el más grande). Fue abatido poco después por otro agente que se encontraba también en la comisaría en el momento del crimen.

Castex consideró «un sanguinario insulto» para los creyentes que el asesino invocara el nombre de Dios a la hora de cometer su crimen. «Ningún fiel, de ninguna religión, puede admitirlo y aún menos en el país de Voltaire, quien ante el horror de las guerras de religión escribía, ya, en 1769 que 'el fanatismo es un monstruo que osa decirse el hijo de la religión'».

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El agresor, que trabajaba como repartidor, entró ilegalmente en Francia en 2009, pero diez años más tarde regularizó su situación migratoria. No tenía antecedentes penales ni estaba en el radar de los servicios de Inteligencia por su radicalización. Según las primeras investigaciones, parece que se radicalizó a través de las redes sociales durante el confinamiento.

Legión de Honor

Al terminar la ceremonia, el primer ministro otorgó a Stéphanie Monfermé la Legión de Honor a título póstumo. Esta funcionaria administrativa de la Policía tenía 49 años, estaba casada y era madre de dos hijas.

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Por otro lado, el centro cultural islámico Avicenne en Rennes fue objeto este viernes de pintadas islamófobas. «Os lo habíamos avisado, la inmigración mata… Rambouillet» y «Franceses, reaccionen» rezaban las frases que escribieron en la fachada del centro. El autor o autores también acusaban a Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa (equivalente de Podemos en Francia), de ser un «colaboracionista».

Rambouillet, la localidad donde fue asesinada Stéphanie Monfermé, se encuentra en el departamento de Yvelines. Hace seis meses esta región fue escenario de la decapitación del profesor Samuel Paty por enseñar en clase a sus alumnos las caricaturas de Mahoma y en 2016 dos policías fueron asesinados en su propia casa por un joven yihadista que había jurado lealtad al grupo terrorista Estado Islámico.

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