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beatriz juez
Corresponsal. París
Jueves, 18 de marzo 2021, 22:53
El Gobierno francés confinará a partir de esta medianoche y durante un mes a los habitantes de París y otros 15 departamentos para tratar de frenar la tercera ola de la epidemia de covid-19 y el avance de la cepa británica, que ya representa ... tres cuartas partes de los casos positivos en el país. Sólo mantendrá abiertos los colegios en los territorios confinados, según anunció este jueves el primer ministro, Jean Castex. La medida afecta a una población significativa, ya que únicamente la región parisina censa alrededor de trece millones de ciudadanos.
En el resto del país se mantiene el toque de queda, pero su inicio se retrasa una hora para adaptarse al horario de verano. Así, la orden estará vigente entre las siete de la tarde y las seis de la mañana. Hasta ahora, comenzaba a las 18.00 horas.
El presidente, Emmanuel Macron, descarta por ahora un tercer confinamiento nacional y apuesta por cuarentenas locales allí donde se registra una mayor incidencia del virus. En total, dieciséis departamentos, situados en la región parisina, el norte de Francia y el suroeste se verán afectados por las nuevas restricciones, que se aplicarán todos los días durante cuatro semanas. El país cuenta con un centenar de departamentos y varios de los que encaran el cierre figuran entre los más poblados. Otros tienen un relevante peso turístico tanto interior como exterior.
Sin control. El Gobierno intenta encarrilar una epidemia que ya ha colapsado las UCI de la capital
El Ejecutivo había barajado la posibilidad de confinar esos territorios solo los fines de semana y mantener el toque de queda el resto de la semana, como ya ocurría en Dunkerque, Niza y Pas-de-Calais. Pero finalmente ha decidido tomar medidas más drásticas ante el empeoramiento de la situación sanitaria. Solo los comercios de primera necesidad permanecerán abiertos, al igual que las librerías y tiendas de discos, además de los colegios e institutos. De hecho, uno de los grandes principios del Gobierno galo durante esta pandemia es asegurar la actividad educativa y ponerla a salvo de interrupciones como sucedió el curso pasado.
Los habitantes de las dieciséis zonas podrán salir a pasear o hacer deporte sin límite de tiempo, pero hasta las siete de la tarde. Deberán llevar un justificante y moverse en un radio máximo de 10 kilómetros alrededor de su domicilio. Los desplazamientos a otras regiones estarán prohibidos.
El regreso a estas medidas radicales para contener el virus supone una advertencia y un espejo en el que mirarse para el resto de países europeos, donde se detectan ya algunos rebrotes. La propia UE se ha hecho eco de este cambio de tendencia respecto al descenso de casos de las últimas semanas, en lo que algunos ven como el origen de una cuarta ola y otros, un nuevo pico de la tercera que aún no se habría agotado.
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La situación sanitaria es especialmente preocupante en Île-de-France, la región parisina. La capital tiene una tasa de incidencia de 388,9 por 100.000 habitantes, frente a 266,2 en el conjunto del país (128,1 fue este jueves el registro en España). El aumento de pacientes genera tensión en los hospitales de París, que actualmente tienen el 104,7% de sus camas de UCI ocupadas por enfermos de covid-19, frente al 83,9% en toda Francia. Esto ha obligado a desprogramar operaciones quirúrgicas no urgentes y a trasladar a pacientes graves de coronavirus a otros puntos del país con una menor incidencia de la pandemia.
«Nos enfrentamos a una tercera ola de contaminaciones. La gran diferencia de las olas preferentes es que tenemos ahora una perspectiva: la vacunación», dijo Castex. Francia retomará este viernes la campaña con el fármaco de AstraZeneca después de que la Agencia Europea del Medicamento avalara su uso. París había suspendido el lunes temporalmente esta inyección tras los tromboembolismos detectados en diferentes países europeos. Castex anunció que él mismo se pondrá este viernes una primera dosis de AstraZeneca para mostrar que es una «vacuna segura».
Desde finales de diciembre 5,7 millones de franceses han recibido al menos una inyección. París quiere acunar a 30 millones de aquí al verano. Con 91.431 muertos desde el inicio de la pandemia, el país vecino ha tenido hasta ahora dos confinamientos nacionales (del 17 de marzo al 11 de mayo y del 30 de octubre al 15 de diciembre) y desde hace tres meses toda la actividad acaba a media tarde. Es decir, en un año los franceses han estado unos 200 días confinados o con toque de queda.
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