Europa se blinda contra el yihadismo

El clima de tensión y preocupación se hizo notar desde primera hora de la mañana con el mensaje de condena que enviaron los diferentes Gobiernos tras la masacre terrorista en Viena. En el marco de un importante dispositivo de búsqueda de sospechosos, la Policía alemana decidió reforzar sus controles con Austria y, junto al Gobierno húngaro, ofreció al país vecino el envío de agentes de las fuerzas especiales en caso de necesidad.

Italia, al igual que Alemania, decidió blindar su línea fronteriza del sur, una de las principales puertas de entrada a Europa. El objetivo es detectar la llegada de sujetos susceptibles de cometer ataques como los perpetrados en la ciudades francesas de París y Niza, y en Viena. Además, intensificó «los controles en los puestos limítrofes» a los inmigrantes que llegan de las costas norteafricanas, «también con la implicación del Ejército», según indicó la ministra de Interior, Lucia Lamorgese, que el martes presidió una reunión con el Comité nacional para el orden y la seguridad, junto a las cúpulas de la Policía, de los servicios secretos, del sistema penitenciario y del Estado Mayor. Mientras, el titular de Exteriores, Luigi di Maio, pedía crear una ley antiterrorista en Europa, que se inspire en la 'Patriot Act' estadounidense, tras los últimos atentados.

Decidido a no dar un paso atrás, el presidente francés, Emmanuel Macron, mostraba su condena por la masacre en Viena al mismo tiempo en que la Policía gala procedía a detener cuatro sospechosos en la región de París por posibles vínculos con el yihadista que asesinó a tres personas el pasado 29 de octubre en la basílica de Notre Dame, en Niza. Asimismo, el ministro de Interior, Gérald Darmanin, anunció, en nombre de la lucha contra el radicalismo, la disolución del grupo turco Lobos Grises tras varios incidentes recientes.

Suiza, movilizada en la búsqueda de sospechosos de los ataques en Viena, detuvo a dos jóvenes, de 18 y 24 años, en coordinación con las autoridades austríacas. Horas antes, Reino Unido había decidido elevar el nivel de alerta terrorista hasta el cuarto grado en una escala de cinco. El nivel «severo» en la escala significa que un atentado es «altamente probable», detalló el Ejecutivo británico.