Los enemigos históricos pactan un programa de Gobierno en Irlanda

El borrador del programa, titulado 'Our Shared Future' (nuestro futuro compartido), recoge «las mejores ideas de tres partidos distintos que tienen diferencias fundamentales en términos de Historia». El Verde es un partido nuevo pero el FF y el FG son herederos de los bandos opuestos en la guerra civil que siguió al primer cisma del IRA, tras la aceptación por sus dirigentes, en 1921, del estatuto de dominio semi-independiente de la monarquía británica.

«Es un momento definitorio para nuestro país», dice el programa en su primera línea. «Hemos demostrado que podemos sorprendernos a nosotros mismos esforzándonos juntos contra algo que nos amenaza a todos», dice después. Le lectura de esa frase en junio hace referencia a la epidemia de Covid-19, pero en febrero el enemigo común era el Sinn Féin.

El partido asociado a la penúltima escisión del IRA, la de los 'provisionales' de Gerry Adams, logró el mayor porcentaje de votos en las elecciones de febrero bajo el liderazgo de la dublinesa Mary Lou McDonald. La alarma por la posibilidad de que el partido de la guerra terrorista en el norte gobernase en la capital de la república alentó el pacto inédito.

El tercer partido necesario para sumar los 84 diputados que aseguran a la futura coalición de Gobierno una mayoría en el Parlamento ha logrado que el programa tenga tonalidad verde en sus medidas más concretas. Pero la exigencia en el reglamento del Partido Verde de que el programa sea apoyado por dos tercios de sus miembros es la principal incógnita sobre su confirmación.

El 20% del presupuesto de transportes se asignará a la creación de vías para ciclistas y senderos urbanos para peatones. Se iniciará un programa de formación profesional para renovar medio millón de viviendas con el fin de reducir su consumo de energía. Se quiere restar un 7% anual a la emisión de gases con efecto invernadero y se legislará para fijar el objetivo de emisiones netas cero en 2050. Esas ambiciones crearán quizás dificultades al FF y al FG con sus bases agrarias tradicionales.

Se prohibirán más licencias de exploración de gas en aguas irlandesas y se cancelará el proyecto de construcción de una terminal en Shannon para la importación de gas licuado, que contaba con respaldo financiero de la UE, porque se rechaza el gas de fracturación. La nueva ambición es conectar a Irlanda con la red eléctrica francesa.

Un Fondo de Recuperación económica aspira a crear 200.000 nuevos empleos hasta 2025. Solares de propiedad púbica serán gestionados para crear 50.000 nuevas viviendas sociales en el próximo quinquenio. Se promete la creación de comisiones para definir más concretamente medidas de seguridad social, fiscalidad, pensiones, sanidad,...Y una asamblea ciuadadana para la reforma de la educación.

La próxima semana se conocerán los resultados de las consultas de cada partido a sus miembros. El FF, mediante el método de un miembro, un voto. El FG da el 50% de los votos al grupo parlamentario y el refrendo parece asegurado. Si el Partido Verde también lo ratifica, el líder del FF, Micheál Martin, será el nuevo primer ministro y el actual, Leo Varadkar, le sustiuirá en 1922.

El programa de reformas intenta responder al sentimiento 'anti-establishment' al que se achaca la sorpresa electoral en febrero. Un gobierno que pondría fin al persistente legado de la guerra civil quiere promover una «isla compartida», siendo «incluyente y sensible» con el unionismo probritánico en la cadena de conmemoraciones del centenario de los eventos que desembocaron en la partición de la isla.