Disuelven una fiesta en Berlín con 600 personas por no respetar las normas contra el coronavirus

Un millar de policías de la capital alemana, reforzados con agentes de la Policía Federal, iniciaron este sábado una campaña para verificar y obligar al cumplimiento de las normas de higiene, uso de mascarillas y el respeto de la distancia física en la metrópoli prusiana. En un comunicado conjunto emitido por ambos cuerpos de seguridad se subraya que entre el 80% y el 90% de los ciudadanos de Berlín respetan esas reglas, pero que llegada la noche se registró un relajo en el cumplimiento de las mismas en bares y locales de alterne. Durante el día la policía controló mercados, calles y galerías comerciales y zonas verdes. La nota oficial señala que aquellas personas que fueron controladas por no llevar la mascarilla puesta se cubrieron inmediatamente el rostro a petición de los agentes y que tan solo se presentaron 23 denuncias administrativas por negarse a utilizar mascarillas. Hubo también 5 denuncias penales, entre otras cosas, por insultos a la autoridad y resistencia a las fuerzas del orden.

A última hora de la tarde y ya de noche los agentes se dedicaron a controlar bares y restaurantes, que deben cerrar desde las 23,00 hasta las 06,00 horas por orden del Senado berlinés, el ejecutivo de la ciudad-estado. Sin embargo y durante la última semana una treintena de locales ha conseguido eludir esa prohibición tras presentar demandas de urgencia ante el Tribunal Administrativo de Berlín, que autorizó su apertura sin límite de tiempo por considerar que las medidas restrictivas son desproporcionadas. Decenas de locales más están pendientes de nuevo fallos judiciales tras seguir el ejemplo de quienes han tenido éxito. La actuación policial estuvo dirigida también contra fiestas ilegales, pero también privadas con un exceso de asistentes. Las autoridades alemanas han prohibido desde esta semana reuniones privadas de más de diez personas y un máximo de dos hogares distintos en aquellas localidades o regiones consideradas de riesgo por el elevado número de infecciones.

Entre tanto, el número de nuevas infecciones registradas en Alemania en las últimas 24 horas ascendió a 11.176, unas 3.500 menos que el día anterior, según datos del Instituto Robert Koch (RKI), responsable de coordinar la lucha contra la pandemia en este país. El RKI recordó, sin embargo, que los fines de semana no se reciben los datos de todas las oficinas sanitarias germanas, por lo que el número de nuevas personas contagiadas debería ser apreciablemente mayor.

Por otro lado, Karl Lauterbach, virólogo y experto en sanidad del gobernante Partido Socialdemócrata, considera que un nuevo parón de la economía y vida social en Alemania como el de la pasada primavera resultará inevitable este otoño si no se logra reprimir la propagación del coronavirus. «Si en las próximas dos o tres semanas no logramos limitar los contactos personales en poco tiempo habrán aumentado con tanta fuerza los contagios que solo quedará como alternativa decretar un nuevo cierre», advierte Lauterbach en declaraciones al dominical Bild am Sonntag. «Las restricciones que se han acordado ahora son insuficientes para impedir que se desborden en diciembre las unidades de cuidados intensivos y aumenten claramente los fallecimientos», señala Lauterbach, que exige medidas más severas para evitar llegar a ese extremo.