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Ivia Ugalde
Miércoles, 17 de noviembre 2021, 17:36
En una decisión sin precedentes, Decathlon ha anunciado este miércoles que la venta de kayaks quedará suspendida hasta nuevo aviso en el norte de Francia. En concreto, en las tiendas que tiene la compañía en las ciudades de Calais, Grande-Synthe, Boulogne-sur-Mer y ... Le Touquet. El motivo esgrimido es evitar que estos artículos «puedan ser desviados de su uso deportivo», como viene ocurriendo en las últimas semanas por parte de un número creciente de migrantes que ha visto en ellos el medio para poner rumbo a Reino Unido a través del Canal de la Mancha.
La medida, dada a conocer por Decathlon en un comunicado, se produce en un momento crítico, marcado por una avalancha migratoria histórica. Hasta el punto de que ha llegado a registrarse el arribo de más de mil indocumentados en un solo día al territorio británico, procedentes de una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. La semana pasada, además, tres de estas personas desaparecieron tras subirse a bordo de un precario kayak para emprender el peligroso viaje de Francia a Reino Unido.
«Estamos comprometidos a nunca poner en riesgo a nuestros clientes con el uso de nuestros productos bajo ninguna circunstancia», ha señalado la cadena minorista en una nota de la que se ha hecho eco el diario regional 'La Voix du Nord'. En cualquier caso, Decathlon ha dejado claro que otros artículos, como los chalecos salvavidas, seguirán estando disponibles en los establecimientos de Calais, Grande-Synthe, Boulogne-sur-Mer y Le Touquet, cuyas ciudades constituyen los principales puntos de lanzamiento utilizados por los migrantes ya que desde ellas se puede ver Reino Unido desde la costa francesa en un día despejado.
Las condiciones climatológicas favorables registradas este mes han sido precisamente el principal motivo que ha alentado las travesías de los desplazados, que además de kayaks se sirven a menudo de botes inflables sobrecargados, pero también canoas y motos de agua para intentar llegar al otro lado. Ante tal avalancha, el Gobierno británico ha elevado el tono con Francia, frustrado por las continuas llegadas de indocumentados a las costas del sur de Inglaterra.
Londres ha exigido a las autoridades galas que redoblen los esfuerzos para detener los cruces clandestinos en barcos mal equipados que no son aptos para la navegación en mar abierto. La petición se ha traducido en un aumento de las operaciones de la guardia costera francesa en el área, la cual indicó el martes que solo la noche anterior había rescatado a 272 personas.
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