Crisis diplomática entre Berlín y Moscú

La reacción del Kremlin no se hizo esperar. Un portavoz de la diplomacia rusa calificó de «hostil y carente de base» el paso dado por el Gobierno germano. «Nos vemos obligados a tomar una serie de medidas de represalia», añadió el representante del Ministerio ruso de Exteriores, quien acusó a las autoridades alemanas de «politizar» la investigación del caso.

La oficina del fiscal federal, Peter Frank, subrayó que «existen suficientes indicios fundados» para creer que «instituciones estatales» de Rusia o de la república de Chechenia dependiente de Moscú ordenaron cometer el crimen. La citada Fiscalía solo asume casos similares cuando existe la sospecha concreta de que los servicios secretos de un tercer país se encuentran detrás de los hechos. En ese momento comienza a actuar el departamento de espionaje de la Fiscalía Federal ante el peligro de que las «actividades de agentes de Inteligencia» de otros países amenacen la seguridad exterior de Alemania.

El pasado 23 de agosto fue asesinado en el céntrico parque del Tiergarten y a plena luz del día el exiliado georgiano Selimchan Changoschvili. Su asesino se le acercó por detrás en una bicicleta y le disparó tres veces, una en el torso y dos en la cabeza. Changoschvili combatió con la guerrilla chechena contra Moscú y organizó actividades antirusas en Georgia y Ucrania antes de solicitar asilo en Alemania.

El presunto asesino fue detenido nada más cometer el crimen y calla desde entonces. Las autoridades alemanas comprobaron que portaba documentación falsa y ficticia a nombre de Vadim Sokolov, emitida al parecer por la Inteligencia rusa. El semanario 'Der Spiegel' reveló que su verdadero nombre es Vadim Krasikov y que este asesinó en 2013 a un hombre de negocios en Moscú al que se acercó también en bicicleta y por la espalda antes de ejecutarlo. Entonces las autoridades rusas emitieron una orden internacional de busca y captura contra él, que retiraron poco después. Coincidiendo con esa medida surge por primera vez la identidad nueva de Vadim Sokolov. Su víctima en Berlín era considerada por Moscú un enemigo del Estado, calificado de terrorista y perseguido por ese motivo.

'Der Spiegel' aseguró este miércoles que los dos diplomáticos rusos expulsados por Berlín son miembros de los servicios secretos militares GRU. El Ministerio germano de Exteriores subrayó que desde el asesinato de Changoschvili las autoridades rusas se han negado en rotundo a colaborar para esclarecer el caso y no han respondido en ningún momento a los requerimientos de la Policía y la justicia alemanas. «El Gobierno federal se reserva nuevos pasos en este asunto según se desarrollen las investigaciones», dijo un portavoz ministerial. Berlín da por sentado que el Kremlin ordenará en breve la expulsión de diplomáticos alemanes acreditados en Rusia como respuesta a la actuación alemana.

Pese a que las autoridades de Berlín solicitaron reiteradamente la colaboración de Rusia para resolver el crimen, en el Kremlin se hacen de nuevas. «No tenemos en absoluto conocimiento del caso», dijo este miércoles Dmitri Peskov, portavoz del Gobierno ruso, quien afirmó que las acusaciones contra su país son «hipótesis sin base alguna» y descartó que existan «sospechas serias». Peskov quiso, pese a todo, quitar leña al fuego y expresó el deseo ruso de que la crisis diplomática por el asesinato de Changoschvili no ensombrezca la cumbre sobre Ucrania que se celebrará el lunes en París y en la que se espara a Merkely Putin.