Juan Carlos Barrena
Berlín
Lunes, 15 de marzo 2021, 17:28
Tan desastrosos fueron los resultados de la Unión Cristianodemócrata (CDU) este domingo en Baden-Württemberg y Renania-Palatinado que los conservadores alemanes temen por primera vez que no será uno de los suyos el que suceda a Angela Merkel en la Cancillería Federal tras ... los comicios generales de septiembre próximo. Esas derrotas «suponen una decepción para la CDU», dijo este lunes Armin Laschet, su nuevo presidente y primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, que se estrena en el liderazgo conservador con sendos fracasos y los resultados más bajos de la historia en feudos en los que su partido llegó a gobernar con mayorías absolutas.
Publicidad
Acostumbrados a que los sondeos demoscópicos concedan a la Unión –la hermandad de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CSU)- desde hace más un año un 35% de votos para las generales de septiembre y una ventaja de no menos de 15 puntos sobre Los Verdes, sus inmediatos perseguidores, lo sucedido en esas dos regiones ha sembrado de desconcierto y disparado las alarmas en las filas conservadoras.
La Unión está tan sorprendida que Laschet tuvo que consultar con la almohada y la dirección del partido antes de dar por primera vez la cara ante los medios este mediodía para atribuir el fracaso electoral de su formación a la actual gestión de la crisis del coronavirus por la gran coalición en Berlín y el llamado «escándalo de las mascarillas», por el que tres diputados de CDU y CSU han abandonado su grupo en el Bundestag por sospechas de enriquecimiento personal en gestiones para la compra de material médico durante la pandemia y contactos personales con regímenes dictatoriales. Los resultados electorales han supuesto «un severo golpe al corazón de la Unión», dijo a su vez Markus Söder, primer ministro de Baviera y líder de la CSU, en referencia sobre todo a Baden-Württemberg, la región más rica de Alemania, que es gobernada desde hace 10 años por el carismático Winfried Kretschmann, un peculiar ecologista de pasado troskista y misa los domingos, que ha logrado mejorar aún más los resultados de Los Verdes en ese estado y asegurarse el poder.
El secretario general de la CDU, Paul Ziemiak, reconoció que la población está entre tanto harta de un «cierre duro» que ha entrado en su quinto mes consecutivo de restricciones con escasos alivios y subrayó que «debemos apretar el acelerador de las vacunas y los test» para hacer frente a la creciente insatisfacción popular. Los dos partidos de la Unión tiene aún por delante además la complicada tarea de elegir a su cabeza de lista para los comicios de septiembre y el aspirante a la sucesión de Merkel en la jefatura del gobierno alemán. Una responsabilidad que ambicionan tanto Laschet como Söder. CDU y CSU insistieron este lunes en que mantienen su calendario para decidir quién será el candidato a la Cancillería Federal y que la decisión definitiva caerá entre Semana Santa y la Pascua de Pentecostés.
Las demás formaciones, entre tanto, comenzaron el debate sobre posibles alternativas a la «Grosse Koalition», la gran coalición entre la Unión y los socialdemócratas (SPD) que gobierna Alemania desde 2013. Todos con la vista puesta en Renania-Palatinado, donde fue reelegida como primera ministra la socialdemócrata Malu Dreyer y que gobierna en ese estado desde hace cinco años en coalición con liberales y verdes, lo que en Alemania llaman una 'Ampelkoalition', una 'coalición del semáforo' en referencia a los colores que caracterizan a los tres partidos. 'Ampelkoalition' es un término que, entre tanto, supone una seria amenaza excluyente para los conservadores. En Baden Württemberg, donde los cristianodemócratas eran hasta ahora el socio menor de Los Verdes en el gobierno, Kretschmann puede ahora con los resultados del domingo cerrar una nueva alianza con liberales y socialdemócratas para enviar a la CDU a la oposición.
Publicidad
Y si la caída de los conservadores tiene continuidad en los próximos meses a nivel nacional, también en Berlín podrían cambiar las cosas. Hasta este funesto domingo, la Unión daba por sentado que en septiembre cambiaría a su actual socio socialdemócrata por Los Verdes, que superan al SPD en intención de voto y que hace meses coquetea con la idea de sumarse como corsé ecológico a un ejecutivo liderado por los conservadores. Pero lo sucedido este fin de semana abre otras posibilidades.
«Hay mayorías más allá de la CDU y la CSU», afirmaba esta mañana el presidente del SPD, Norbert Walter-Borjans. Socialdemócratas, liberales y verdes barajan ahora esa alternativa. Los liberales se saben meros comparsas de un tripartito, mientras las otras dos formaciones competirán por encabezarlo. Los ecologistas deben elegir aún quien será su líder en campaña entre sus dos presidentes, Annalena Baerbock o Robert Habeck. Pero el SPD ya decidió hace semanas que el vicecanciller federal y titular de Finanzas, Olaf Scholz, será su guía en campaña. «Es posible», dijo Scholz visiblemente entusiasmado en una primera reacción a la pregunta de si podría suceder a Merkel al frente del ejecutivo alemán.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.