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El príncipe Andrés de Inglaterra. AFP

Una carambola de Trump podría beneficiar al príncipe Andrés

El cese del belicoso fiscal de Manhattan que investigaba los abusos sexuales no asegura sin embargo la impunidad del hijo de Isabel de Inglaterra

ïñigo Gurruchaga

Londres

Miércoles, 24 de junio 2020, 17:53

El fiscal federal del juzgado de Manhattan, Geoffrey Berman, ha sido cesado por el Fiscal General estadounidenses, William Barr, en un episodio típico de la era de Donald Trump. Barr visitó a Berman y publicó un comunicado nocturno diciendo que había dimitido. Berman negó que ... hubiese dimitido. Barr dijo entonces que Trump le había cesado. Trump dijo que todo era cosa de Barr. Y entonces Berman aceptó el cese.

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El exfiscal de Manhattan es republicano, donó fondos a la campaña de Trump y compartió despacho con el íntimo asesor del presidente, Rudy Giuliani. Pero Berman, nombrado en 2018 fiscal del distrito mantenía abierta una investigación sobre las actividades de Giuliani y Trump en Ucrania.

También sobre un banco turco que habría quebrado las sanciones a Irán. El exasesor de Trump, John Bolton, afirma en su libro, publicado esta semana, que el presidente prometió a su colega turco, Recep Tayyip Erdogan, que él se encargaría de acabar con esa investigación. Esos son los casos que menciona la prensa estadounidense para un cese que huele a corrupción.

Pero Berman era también el azote del príncipe Andrés en la investigación sobre las denuncias de víctimas de Jeffrey Epstein, el multimillonario, también amigo de Trump, que habría abusado sexualmente de decenas de menores de edad. El fiscal estaba intentando obligar al tercer hijo de la reina Isabel II a acudir a Nueva York a responder a sus preguntas. Andrés se ofrece a responderlas sin salir de Londres.

Barr quiere sustituir a Berman con Jay Clayton, compañero de golf de Trump. Es presidente de la agencia de supervisión legal de mercados bursátiles. Tendría que someterse a una aprobación del Senado, envenenada ahora por la visibilidad del relevo. Berman aceptó su cese cuando Barr confirmó que le sustituye provisionalmente su segunda, Audrey Strauss, una abogada de 72 años descrita en Bloomberg como dotada de «total integridad».

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