Juan Carlos Barrena
Berlín
Domingo, 5 de septiembre 2021, 18:07
A tres semanas de las elecciones generales en Alemania, el favorito de las encuestas y candidato del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Olaf Scholz, se pronunció este domingo a favor de una alianza de gobierno con Los Verdes en la próxima legislatura. «Me gustaría gobernar con ... Los Verdes. He colaborado con ellos en varios ejecutivos, tanto a nivel nacional como en Hamburgo», dijo el ministro federal de Finanzas y exalcalde de la ciudad portuaria alemana en declaraciones al rotativo berlinés 'Der Tagesspiegel'. Scholz subrayó sobre su relación con los ecologistas que «somos partidos diferentes, tenemos objetivos distintos, pero contamos también muchas cosas en común». También la candidata de los verdes a la cancillería federal, Annalena Baerbock, ha expresado reciente y reiteradamente su deseo de formar una alianza de gobierno con los socialdemócratas. Los actuales sondeos destacan, sin embargo, que SPD y verdes no suman escaños suficientes para una mayoría parlamentaria. En ese caso el candidato del SPD espera poder ganarse a los liberales (FDP) para formar un ejecutivo tripartito estable.
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La encuesta semanal del dominical conservador 'Bild am Sonntag' que realiza el instituto Insa confirma los recientes augurios de otros centros demoscópicos. Como la cadena ZDF este viernes, el tabloide anuncia un 25% de votos para el SPD y un 20% para los conservadores de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU). Se trata de la mayor ventaja que los socialdemócratas ha tenido ante la Unión desde la creación de este sondeo semanal en 2010. Para las formaciones de la Unión supone la peor intención de voto de la historia de la República Federal. La encuesta del dominical adjudica además un 16% de votos los verdes, un 13% a los liberales, un 12% a los populistas de Alternativa para Alemania (AfD) y un 7% a La Izquierda. Scholz y el SPD, por los que nadie habría dado un duro hace un año, han ganado espectacularmente en popularidad desde este verano, en la misma medida en la que se hundían CDU/CSU y su candidato Armin Laschet debido a distintas meteduras de pata y declaraciones desafortunadas.
Hasta el punto de que una consulta del instituto Civey publicada este fin de semana por el diario Augsburger Allgemeinen revela que la mayoría de los alemanes, un 56%, quieren ver a los conservadores fuera del próximo gobierno federal. No podía haber sido más desafortunada la decisión de CDU/CSU de elegir a Laschet como sucesor en la cancillería federal de Angela Merkel, que tras 16 años en el poder se está implicando lo mínimo en una campaña electoral que parece importarle un comino. Las perspectivas electorales de los conservadores son tan negras que el presidente de la CSU y primer ministro de Baviera, Markus Söder, ha advertido preocupado de que «la situación es muy grave y alarmante» y de que cada vez queda menos tiempo para recuperar el terreno perdido.
Entre tanto, Scholz descarta en 'Der Tagesspiegel' la posibilidad de una alianza en la que participe La Izquierda, formación que agrupa a excomunistas de la extinta RDA y un ala disidente del SPD, por su «deficiente capacidad de gobierno». El candidato socialdemócrata calificó de «terrible» la abstención de La Izquierda en la votación parlamentaria para aprobar la reciente operación de evacuación del ejército federal en Kabul. Igualmente dejó claro que antes de una eventual constitución de una coalición roja-roji-verde, La Izquierda deberá apoyar a la OTAN, respaldar presupuestos nacionales sólidos y defender la sociedad transatlántica. «Estas exigencias son innegociables», advirtió Scholz a la formación que propugna la disolución de la Alianza Atlántica, la creación de un nuevo sistema de seguridad internacional que incluya a Rusia y el fin de la participación de Alemania en misiones militares en el extranjero.
«Quien marque su cruz en la papeleta en la casilla del SPD para tener un canciller Scholz puede estar seguro de que podrá contar con el mismo al que ha conocido en los últimos años», afirmó el aspirante socialdemócrata a la sucesión de Merkel, quien recordó los éxitos de su etapa como alcalde-gobernador del estado de Hamburgo y como vicecanciller federal y ministro de Finanzas los últimos cuatro años. Scholz promete en su primer año al frente del ejecutivo de Berlín fijar el salario mínimo en 12 euros la hora y calcular las necesidades eléctricas de Alemania hasta 2045 como orientación para la producción energética. «Necesitamos más corriente del sol y el viento, pero también una red eléctrica más potente», dijo el candidato del SPD, que quiere además aprobar lo antes posible una legislación que facilite la planificación y construcción de centrales ecológicas y redes más amplias.
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