Lukashenko amenaza con dejar sin gas a la UE

A esta medida, el dictador bielorruso, Alexánder Lukashenko, sumó este jueves una orden al Ejército y a las fuerzas de seguridad de vigilar los movimientos de las tropas polacas en la zona y de la OTAN en su conjunto. Estas instrucciones las dio durante una reunión con miembros del Gobierno y del Ministerio de Defensa.

Anunció además que había pedido a Rusia que sus fuerzas participen también en la defensa de la frontera bielorrusa y amenazó con cortar el tránsito de gas a la Unión Europea a través del gaseoducto que surte combustible desde Yamal, en el Ártico, si Bruselas amplia las sanciones contra su país. «Estamos dando calefacción a Europa y todavía nos amenazan con cerrar la frontera y más sanciones. ¿Y si cortamos el flujo de gas natural hacia allí? Recomendaría que se lo piensen bien antes (…) como nos impongan sanciones adicionales indigeribles e inaceptables, responderemos», advirtió.

La agencia rusa TASS reproducía este jueves un comunicado del Ministerio de Defensa bielorruso informando de que «dos bombarderos Tu-160 con misiles estratégicos rusos llevaron a cabo en el espacio aéreo de Bielorrusia una serie de misiones de entrenamiento de combate, incluida la imitación del bombardeo en el campo de tiro de Ruzhanski».

En el marco de los ejercicios, según la dirección castrense, una aeronave de combate bielorrusa simuló la interceptación de los aviones agresores. La nota finaliza subrayando que tales maniobras «atestiguan la disposición y determinación de la República de Bielorrusia y la Federación de Rusia de garantizar la seguridad militar del Estado de Unitario –formado por ambos países- en cualquier condición, tanto en el aire como en tierra «. El martes, Lukashenko dio a entender que Polonia busca desatar una guerra con Bielorrusia, lo que implicaría a Rusia, advirtiendo que se trata de «la mayor potencia nuclear».

El presidente bielorruso explicó este jueves que la razón por la que ha pedido a Moscú que envíe tropas para reforzar la frontera de su país se debe, no solamente al despliegue de fuerzas polacas, sino a que «hemos observado una tendencia peligrosa. Ciudadanos kurdos están intentando transferir armas y municiones desde Donbass –este de Ucrania- al campo de refugiados», refiriéndose a los miles de migrantes que se encuentran desde el lunes en el lado bielorruso de la frontera con Polonia. Según sus palabras, «se está preparando una provocación».

Lukashenko dijo estar también inquieto por una posible incursión en su territorio de fuerzas polacas y de la OTAN con el pretexto de que desde el lado bielorruso pudiera haber disparos. Por eso, dijo haber dado orden «al Ministerio de Defensa, al Comité de Seguridad del Estado (KGB) y a las unidades Guardafronteras» de que supervisen los movimientos del dispositivo militar que, según él, Polonia y la Alianza han dispuesto en el área. Aseguró que en la inmediata proximidad de la frontera bielorrusa hay emplazados 15.000 soldados, tanques y vehículos blindados y «tal despliegue se ha hecho de forma insolente y sin avisar a nadie».

Mientras tanto, la principal línea aérea rusa, Aeroflot, ha rechazado las acusaciones sobre su supuesta participación en los vuelos de migrantes ilegales hacia la UE a través de Bielorrusia. En un comunicado de prensa de la compañía se asegura que no opera vuelos a Bielorrusia desde Irak, Siria ni la ciudad turca de Estambul, ni regulares ni chárter. «Tales líneas no figuran en los horarios del aeropuerto de Minsk», sostiene la nota, en donde se señala también que tales pasajeros «pueden llegar a Bielorrusia en tránsito a través de Rusia, pero es difícil hacerlo debido a las restricciones de visado».

Moscú ha amenazado con prohibir los vuelos a las aerolíneas occidentales a través del espacio aéreo ruso, si adoptan sanciones contra Aeroflot. Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado que «el transporte de migrantes a Bielorrusia en ningún caso contradice las normas internacionales». Las informaciones sobre posibles sanciones de Bruselas han hundido las acciones de la compañía aérea rusa.

Por otro lado, el Ministerio de Exteriores ruso ha acusado a Estados Unidos de «jugar con fuego» por enviar sus navíos de guerra al mar Negro. Esta ha sido la advertencia lanzada por viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, para quien no es explicable que buques estadounidenses se encuentren a «a miles de millas de sus bases» por el riesgo que comporta de que puedan provocar enfrentamientos con la Armada rusa. El presidente Vladímir Putin ha expresado su «preocupación» al respecto.