Ingresan a Berlusconi en un hospital de Milán tras infectarse de coronavirus

Desde la pasada medianoche lleva ingresado en un hospital de Milán Silvio Berlusconi debido a los síntomas que sufre tras haberse infectado de coronavirus. El cuatro veces primer ministro italiano se encontraba en aislamiento en su mansión de Arcore, a las afueras de la capital lombarda, desde el pasado miércoles, cuando dio positivo a la prueba para detectar el patógeno que provoca la covid-19 después de pasar unas vacaciones en Cerdeña, donde se habría contagiado

Alberto Zangrillo, su médico personal, informó este viernes de que la enfermedad ha empezado a afectar levemente a los pulmones de Berlusconi, cuya edad y patologías previas imponían por «absoluta cautela» su hospitalización. Su situación es «tranquila y confortante» y no ha tenido que ser entubado, aunque su humor «no es de los mejores». Zangrillo añadió que el magnate tendrá que permanecer ingresado al menos durante «algún día» más.

El miércoles el médico aseguró que su paciente no había desarrollado síntomas de la covid-19, una descripción que no cuadra del todo con lo que el propio exmandatario dijo el jueves por la tarde, cuando telefoneó a un encuentro del movimiento femenino de su partido que se estaba celebrando en Génova. Aseguró entonces que estaba «bastante bien» y que «ya no tenía fiebre ni dolores». Comentó además que iba a seguir trabajando para participar «en todas las formas posibles» en la campaña electoral de cara a la cita con las urnas del 20 y 21 de septiembre.

Esos días se celebran comicios en siete regiones italianas y cerca de 1.200 municipios, entre ellos 18 capitales de provincia. En todo el país está convocado además un referéndum constitucional sobre la reducción del número de parlamentarios. Forza Italia, que se presenta aliada con las formaciones derechistas la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, espera aprovechar las elecciones para desgastar a la coalición gubernamental que forman el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático, un objetivo que puede verse mermado por la enfermedad de su octogenario líder.

Junto a Berlusconi también se han contagiado de coronavirus dos de sus hijos, Luigi y Barbara, además de su nueva novia, Marta Fascina, que tiene 30 años y es diputada en las filas de su formación política.

Aunque en su llamada al encuentro de Forza Italia en Génova aseguró que «nunca había infravalorado la importancia de la enfermedad», el magnate habría relajado las precauciones durante sus vacaciones en su lujosa villa de la Costa Smeralda, la zona más exclusiva de Cerdeña, donde mantuvo numerosos encuentros con amigos y personajes políticos e incluso habría celebrado una fiesta con varias decenas de invitados, según los medios italianos.

Durante la primera oleada de la pandemia, Berlusconi en cambio redujo su agenda al mínimo y apenas tuvo contactos con otras personas. El confinamiento lo pasó en una residencia que Marina, su hija mayor, posee en el sur de Francia, donde estuvo acompañado por Fascina.

Además de mensajes de apoyo de dirigentes políticos de distintas ideologías, la noticia de que el magnate se había contagiado propició llamativos titulares en los diarios conservadores italianos. «Forza Silvio», podía leerse en la primera página de 'Il Giornale', mientras que 'Il Tempo' fue más imaginativo: «El coronavirus no sabe contra quién se enfrenta».