Berlín prohíbe las protestas por las políticas contra el coronavirus

Las manifestaciones celebradas a comienzos de este mes de agosto mostraron que «los participantes incumplieron conscientemente las reglas de higiene y las condiciones impuestas» para la celebración de los actos de protesta, señaló el senado de Berlín en un comunicado emitido este miércoles. En las manifestaciones del 1 de agosto participaron desde defensores de los derechos individuales, a negacionistas de la epidemia, seguidores de teorías conspirativas y militantes de la ultraderecha.

«No se trata de una decisión contra el derecho de asamblea y manifestación, sino de una decisión a favor de la prevención de infecciones», subrayó el senador de Interior de la capital alemana, el socialdemócrata Andreas Geisel, que celebró la prohibición de las protestas. Asimismo comentó que las autoridades de la ciudad no han hecho sino elegir entre el derecho fundamental de la libertad de manifestarse y la protección de la vida.

«Nos hemos decidido por la vida», dijo el titular de Interior berlinés, quien recordó que los organizadores de las manifestaciones hace tres semanas ignoraron conscientemente las reglas aceptadas para convocar esos actos con el fin de evitar contagios. «El Estado no se deja tomar el pelo», señaló Geisel en una nota emitida por su oficina, en la que afirmó no estar dispuesto «una segunda vez a que Berlín se convierta en un escenario para negacionistas del coronavirus y extremistas de derechas» y mostró su esperanza de que «los demócratas» se distancien claramente de ellos.

El senador de Interior de Berlín anunció también que no autorizará una acampada en el centro de la ciudad con tiendas en las que pretendían pernoctar participantes en las protestas. «No vamos a permitir que Berlín se convierta en un gran camping para presuntos inconformistas e ideólogos de teorías conspirativas», señaló Geisel, quien subrayó que la policía tiene orden de actuar con dureza si se produce alguna manifestación.

El pasado 1 de agosto unas 20.000 personas se sumaron a varias manifestaciones para protestar contra las medidas restrictivas del gobierno federal para luchar contra la pandemia y que mayoritariamente incumplieron las normas de higiene y distancia física. Estos sucesos abrieron entre las autoridades locales, pero también a nivel nacional, una discusión sobre la manera de hacer frente con mano dura a quienes ignoran y desprecian conscientemente las medidas que tienen como fin evitar la propagación del virus.

En el pasado Berlín prohibió dos manifestaciones convocadas por Attila Hildmann, un popular cocinero de moda que defiende teorías conspirativas y ha sido procesado por agitación racista y amenazas. En otras protestas organizadas por Hildmann se incumplieron decaradamente la obligación de llevar mascarilla y guardar distancia física.

Para el próximo fin de semana se había convocado una nueva manifestación contra las restricciones del gobierno bajo el lema 'Asamblea por la libertad', en la avenida que conduce a la Puerta de Brandeburgo para la que los organizadores habían anunciado ante la policía la presencia de 17.000 participantes. La iniciativa de Stuttgart «Inconformistas 711» había convocado una protesta paralela en Berlín a la que había anunciado la asistencia de 22.500 personas.