Una Alemania unida recuerda la caída del Muro

Ante los presidentes de los países del Grupo de Visegrado, cuyas revoluciones pacíficas contribuyeron a la caída del Telón de Acero que cruzaba Europa, Merkel afirmó que «ningún muro que margina a la gente y limita la libertad es tan alto o ancho que no puede ser derribado». La canciller subrayó que el 9 de noviembre es también una fecha fatídica para los alemanes, pues recuerda a la llamada 'Noche de los cristales rotos' de 1938, cuando los nazis iniciaron la persecución abierta de los judíos que culminó en el Holocausto.

Angela Merkel honró a quienes tuvieron valor para plantar cara a la dictadura comunista: «recuerdo a aquellos que murieron ante el muro porque buscaban la libertad», pero también a aquellos que «fueron represaliados y tuvieron que enterrar sus sueños», en referencia a los más de 75.000 germano orientales que fueron encarcelados en la extinta RDA por su disidencia y por tratar de llegar a Occidente. La democracia, el Estado de Derecho y la dignidad humana deben ser defendidos también hoy, destacó la canciller, quien llamó a los ciudadanos a abogar por los logros de la Europa unida. A su vez, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier elogió la aportación de Polonia, Hungría, Chequia y Eslovaquia a la caída del muro de Berlín. «Sin su valor y voluntad de libertad no habrían sido posibles las revoluciones pacíficas en el este de Europa y la reunificación alemana», señaló en presencia de los jefes de Estado de esos cuatro países.

Anteriormente, Angela Merkel reconoció que el proceso de reunificación necesitará más tiempo del que se esperaba en principio. «Con algunas cosas que se pensaba en una rápida equiparación entre el este y el oeste se ve hoy que tardará al menos medio siglo, quizás más aún», señaló en una entrevista con el 'Süddeutsche Zeitung', en la que pidió paciencia a los germano orientales: «también los esfuerzos que conlleva la libertad, como tener que decidirlo todo uno mismo, hay que aprenderlos». En ese sentido señaló que «la vida en la RDA resultaba a veces de alguna manera casi cómoda, ya que no se podía influir en determinadas cosas».

A su juicio, el 30 aniversario de la caída del Muro ha dado además pie a un debate mayor que en otras ocasiones. «Quizás se siente esta vez de manera más intensa porque han aumentado en todo el mundo las tendencias nacionalistas y proteccionistas, de manera que se discute más desde la perspectiva nacional. Y así la mirada se dirige reforzada hacia las diferencias que existen aún entre los viejos y los nuevos Estados federados», comentó la jefa del Gobierno alemán.

Según una encuesta realizada por la Fundación para la Superación de la Dictadura de la RDA el 74% de los ciudadanos, tanto del este como del oeste, considera que la vida ha mejorado estas tres últimas décadas. Más del 75% piensa que la apertura de las fronteras fue un momento de fortuna y un 41% opina que las diferencias superan a las igualdades entre la gente del este y el oeste alemán. Según los estudios más recientes, durante los 28 años de existencia del muro de Berlín al menos 140 personas murieron en el intento de superarlo y huir a Occidente, a manos de las tropas fronterizas de la RDA. Más de 300 perecieron también en los más de 1.300 kilómetros de frontera interalemana.

Tras una semana de celebraciones en varios puntos de la metrópoli prusiana, las festividades para conmemorar el 30 aniversario de la caída del muro de Berlín culminaron ayer con un espectáculo multimedia ante la Puerta de Brandeburgo que fue inaugurado por Steinmeier y el alcalde-gobernador de la capital alemana, Michael Müller. Un festival de luces y música en el que participaron varios grupos, conjuntos de danza y solistas, pero también la Staatskapelle, la orquesta bajo la dirección de Daniel Barenboim con más de 400 años de historia. Una gran exhibición pirotécnica cerró la multitudinaria fiesta en el corazón de Berlín.