Alemania inicia una cauta vuelta a las aulas

El bajo nivel de infecciones en dicho Estado ha hecho que las autoridades educativas renuncien inicialmente a la obligatoriedad del uso de mascarilla, si bien la primera ministra de la región, la socialdemócrata Manuela Schwesig, comentó que esa decisión se podría corregir esta misma semana y aseguró que se actuará con rapidez y se realizarán test inmediatos ante la mínima sospecha de un brote de Covid-19 en un centro escolar. Para evitar contagios, los colegios de Mecklemburgo-Antepomerania han formado grupos cerrados de alumnos que no podrán cruzarse y utilizarán accesos y aulas distintas en los centros escolares para limitar los contactos al máximo y posibilitar el rápido rastreo de cualquier infección.

Otros Estados alemanes han anunciado, sin embargo, normas de higiene más estrictas y el uso obligatorio de mascarillas en todo momento dentro de los colegios, también en las clases lectivas, como es el caso de la populosa región de Renania del Norte-Westfalia. La ciudad-estado de Hamburgo, que inicia el curso escolar este jueves, ha comunicado que el uso de este sistema de protección será obligatorio en los pasillos y patios de los colegios, pero no en las aulas, una medida que se aplicará también en Berlín, donde las vacaciones de verano acaban el lunes próximo. El Gobierno federal respalda los planes de los distintos Estados federados para el uso de mascarillas en los centros escolares. «La obligación de llevarlas se debe a una reflexión sensata», señaló un portavoz del Ministerio de Educación.

Las vacaciones escolares de verano tienen en Alemania una duración de solo seis semanas y se reparten de manera escalonada de mediados de junio a principios de septiembre entre los Estados federados para evitar la masificación de los lugares de veraneo y el colapso de las carreteras y autopistas.

Coincidiendo con el fin escalonado de las vacaciones, son cada vez más los aeropuertos alemanes que ofrecen test gratuitos de coronavirus a los turistas alemanes que retornan de sus viajes al extranjero. Este lunes comenzaron las pruebas en los de las ciudades sajonas de Leipzig y Dresde, pero también en Berlín, después de que la semana pasada comenzaran a realizarse estas pruebas voluntarias a los viajeros que llegaban a los aeropuertos de Düsseldorf, Múnich y Fráncfort.

El ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, anunció, sin embargo, que esta misma semana comenzarán a hacerse test obligatorios a quienes lleguen de regiones y países de riesgo como Turquía, Túnez o EE UU, pero también a los procedentes de las regiones españolas de Navarra, Aragón y Cataluña, donde se han registrado fuertes brotes. Hasta que comiencen los test forzosos, los viajeros llegados de esas regiones de riesgo deben realizar una cuarentena obligatoria de 14 días en sus domicilios.

Por otro lado, la empresa cárnica alemana Tönnies, que en junio y julio sufrió un fuerte brote de coronavirus con más de 1.500 empleados contagiados, tiene intención de conducir de nuevo a niveles máximos de producción su matadero y planta de procesamiento de Rheda-Wiedenbrück. Un portavoz de la empresa señaló que 4.000 trabajadores están ya activos y esperan en las próximas fechas sacrificar a diario unos 15.000 cerdos. Tönnies afirmó que su polémica fábrica cárnica cuenta ahora con un nuevo y estricto concepto de higiene.