Alemania acuerda más medidas contra la covid-19

En la primera conferencia virtual desde el pasado mes de junio de los máximos responsables de los distintos ejecutivos alemanes, Merkel y los jefes de gobierno de los 'länder' decidieron no aliviar más y mantener ante el incremento de las infecciones una buena parte de las restricciones dictadas para luchar contra la propagación del SARS-CoV-2 en Alemania.

Tras subrayar que los asistentes a la cita habían abordado de manera «muy intensa» el tema del incremento de las infecciones en Alemania debido en parte a los veraneantes que retornan desde países de riesgo, la canciller federal apeló a la población evitar a toda costa visitar esos lugares. «Consideramos, y esto es nuevo, que debemos llamar a que siempre que sea posible se renuncie a viajar a aquellos territorios que han sido declarados de riesgo», dijo Merkel.

La política conservadora destacó que Alemania ha conseguido hasta ahora «sortear bien la pandemia» con niveles relativamente bajos de infección en comparación con otros países y sin saturación en momento alguno de los hospitales, pero expresó su preocupación por el aumento de los contagios en los meses de verano. Por ese motivo «cualquier nuevo alivio de las restricciones no tendría justificación», señaló la canciller federal para explicar las decisiones adoptadas por los reunidos.

«No tiene sentido comenzar la temporada de fútbol en septiembre con público. Con un número creciente de infecciones sería una señal equivocada», dijo a su vez en la posterior rueda de prensa Markus Söder, primer ministro de Baviera. El fútbol profesional comienza a disputar partidos el segundo fin de semana de septiembre con la primera eliminatoria de la Copa Alemana.

Los participantes en la cumbre de gobernantes alemanes acordaron que un grupo de trabajo al nivel de los jefes de las cancillerías elabore en los dos próximos meses un concepto para la posible asistencia de público a todo tipo de eventos deportivos. «El coronavirus está plenamente de nuevo en Alemania», declaró Söder, quien destacó que «las cifras están aumentando demasiado temprano» y el empeño de las autoridades es evitar ahora a toda costa un nuevo parón económico.

La canciller federal y los 16 jefes de gobierno regionales decidieron concluir los test gratuitos para quienes retornan de sus vacaciones el 15 de septiembre con el comienzo del curso escolar en Baden-Württemberg, la última región alemana en finalizar el descanso estival. Quienes regresen desde regiones de riesgo deberán desde esa fecha someterse a cuarentena domiciliaria y no podrán realizar un test para comprobar si se encuentran contagiados hasta el quinto día después de su regreso para evitar que una posible infección en los últimos días de estancia en el extranjero no sea detectada.

Los gobernantes alemanes advirtieron además de que quienes enfermen de la covid-19 tras regresar de una región de riesgo no recibirán compensación alguna por la pérdida de ingresos como consecuencia de la infección si su meta turística había sido declarada zona de riesgo antes de iniciar el viaje. Además insistieron en que las cuarentenas dictadas por las autoridades sanitarias deben cumplirse y respetarse. «Quien no cumpla con sus obligaciones será castigado con multas dolorosas», dijo la canciller federal.

En un nuevo esfuerzo para coordinar las medidas contra la pandemia, en algunos casos muy diferenciadas y dispares a nivel regional, los participantes en la videoconferencia consensuaron además multas mínimas de 50 euros para castigar a quienes no lleven mascarilla puesta en aquellos lugares donde son de uso obligatorio. Los reunidos no consiguieron convencer, sin embargo, de que se sumara a esa medida al primer ministro de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, quien afirmó que no dictará sanciones en su estado porque sus ciudadanos son responsables y respetan las normas para combatir el coronavirus.

Otras regiones son más severas. En Baviera la multa mínima por violar esa norma de higiene es de 250 euros, mientras que en Renania del Norte-Westfalia asciende a 150 euros. Estados como Brandeburgo, Sajonia y el Sarre, en los que hasta ahora no se aplicaban multas por no llevar mascarilla, aceptaron introducir la medida de castigo.

No hubo acuerdo, sin embargo a la hora de establecer un número máximo de participantes en fiestas o celebraciones de carácter privado, aunque los asistentes pidieron que tengan lugar al aire libre y con el mínimo de personas posibles. «Los Estados federados tienen planteamientos muy diferenciados que no ha sido posible consensuar a día de hoy», señaló Merkel.

Si hubo consenso en que el curso escolar debe comenzar con clases presenciales y en que debe evitarse a toda costa el cierre de centros educativos, dictando si es necesario cuarentenas individuales o por grupos. Los educadores figuran entre las personas con prioridad para ser sometidos a test si se producen nuevos focos de infección, pero también el personal de los asilos y residencias de ancianos, hospitales y centros de atención a personas incapacitadas.