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Un restaurante de Berlin, con el cartel de cerrado. Efe
Los alemanes afrontan «meses de restricciones y privaciones» por la covid-19

Los alemanes afrontan «meses de restricciones y privaciones» por la covid-19

Spahn no descarta prolongar las restricciones tras el cierre parcial de noviembre

Juan Carlos Barrena

Berlín

Lunes, 2 de noviembre 2020, 09:04

Alemania afronta un largo periodo de limitaciones y drásticos recortes en su vida social con la aplicación desde este lunes de severas medidas para reprimir la propagación del coronavirus. A los alemanes les esperan «meses de restricciones y privaciones», ha advertido el ministro federal de ... Sanidad, Jens Spahn, en declaraciones a la televisión pública ZDF. Aunque la vida pública vuelva a reactivarse tras superar un mes de noviembre con drásticas medidas como el cierre de bares, restaurantes y hoteles, no se puede descartar que después se adopten de nuevo disposiciones radicales. «Nadie puede descartar que en algún momento vuelva a suceder», dijo Spahn, quien advirtió de que, debido a la crisis del coronavirus, se encuentra en una situación excepcional «este siglo».

Las nuevas restricciones, que entraron en vigor la pasada medianoche, conllevan también el cierre hasta final de mes de teatros, óperas, salas de conciertos y museos, así como de gimnasios e instalaciones deportivas de todo tipo. Además se limitan al mínimo los contactos. No podrán reunirse tanto de manera pública como en privado más de diez personas de un máximo de dos hogares distintos. La lucha contra la pandemia necesita de «un esfuerzo nacional», dijo el titular germano de Sanidad. «Sí, lo sé. Esto es realmente duro», dijo Spahn, quien subrayó que la drástica reducción de los contactos es la única manera posible de desacelerar la propagación del virus y recuperar el control de la epidemia por las autoridades sanitarias.

Ante las críticas de la gastronomía y hostelería, así como el sector de la cultura, el máximo responsable de la lucha contra la enfermedad en Alemania afirmó que ni el mejor concepto de higiene reduce los riesgos a cero. Sobre su propia infección con el virus Sars-Cov-2, Spahn señaló sentirse bien y carecer de síntomas desde hace varios días. Tras comentar que desconoce cómo se produjo el contagio, señaló que, como otros muchos en Alemania, se encuentra aún en cuarentena domiciliaria y dio las gracias a todos aquellos que se quedan en casa para proteger a los demás.

«De todos nosotros depende» que las cifras de contagios no vuelvan a subir tras el cierre parcial dictado por el gobierno federal y los 16 estados federados, señaló el ministro, quien advirtió de que el hecho de que las restricciones finalicen al acabar el mes de noviembre no significa que «todos podemos irnos de nuevo de fiesta». El titular alemán de Sanidad anunció además el donativo de 290 millones de mascarillas a residencias de ancianos y servicios de atención domiciliaria para personas de avanzada edad procedentes de los excedentes que se ministerio ha ido acumulando entre tanto durante los últimos meses y que serán entregadas a unas 33.000 instituciones en todo el país a partir del próximo 10 de noviembre. Spahn aconseja pese a todo no descuidar las reservas de material protector a hospitales y centros de tratamiento y acogida de enfermos y ancianos para los próximos meses.

El presidente de la Sociedad Alemana de Hospitales, Gerald Gass, espera un aumento drástico de pacientes en la unidades de cuidados intensivos ante el creciente número de infecciones con coronavirus. «En dos o tres semanas el número de pacientes en cuidados intensivos superará las marcas de abril y eso es algo que ya no podemos evitar», afirma Gass en declaraciones que publica hoy el tabloide Bild. «Quien sea internado en tres semanas en nuestros hospitales está hoy ya infectado», destaca el experto, quien habla de un pronóstico «lamentablemente realista». Gass señala que ya ha comenzado a desviarse personal de otras plantas a las unidades de cuidados intensivos, lo que «no es para nada óptimo, pero justificable en una situación de excepción como esta».

Por otro lado, la ministra alemana de Familia, Franziska Giffey, reiteró hoy que los colegios y guarderías es lo último que debe cerrarse en la lucha contra el coronavirus. «Los colegios están mucho mejor preparados para algunas situaciones que en marzo provocaban desconcierto», señaló Giffey en declaraciones televisivas, en las que recordó que en Alemania existen más de 30.000 colegios y 56.000 guarderías y que tan solo un par de cientos han cerrado provisionalmente tras detectarse brotes infecciosos entre los alumnos o el personal docente. Los centros escolares permanecerán abiertos durante la nueva etapa de restricciones en Alemania, al igual que el comercio mayorista y minorista, aunque bajo severas condiciones higiénicas.

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