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Keir Starmer, nuevo líder del laborismo británico. AFP
Un centrista para sustituir a Corbyn

Un centrista para sustituir a Corbyn

El brillante jurista sir Keir Starmer se pone al frente de los laboristas británicos para definir la oposición a Johnson durante la pandemia

Íñigo Gurruchaga

Corresponsal en Londres

Sábado, 4 de abril 2020, 21:26

El abogado sir Keir Starmer tendrá que definir la posición del principal partido de la oposición británica hacia la política del Gobierno de Boris Johnson contra la epidemia tras ser elegido este sábado como nuevo líder del laborismo. Starmer calificó su elección como « ... el honor de mi vida» en un breve mensaje por vídeo en el que se centró en el potencial para crear una sociedad mejor sobre la base de la interdependencia que se da en estos días críticos.

Johnson ha mantenido contactos fluidos con la oposición. Reconoció que sus medidas para la protección de autónomos o de quienes tienen dificultades para pagar el alquiler de su vivienda fueron inspiradas por los laboristas. El viernes prometió invitar a los lideres de la oposición a una reunión con los asesores científicos y afirmó su deseo de conocer los puntos de vista de sus rivales.

Jeremy Corbyn, que ha liderado al laborismo en el último quinquenio, rechazó en una entrevista con 'The Daily Telegraph' esta semana la posibilidad de formar un Gobierno de unidad nacional. Su argumento es que en tiempos de crisis hace falta «fortalecer la democracia, con una oposición que cumple su tarea de escrutinio» de las políticas del Ejecutivo. El ministro principal de Gales, Mark Drakeford, corbynista, ha invitado a los líderes de la oposición a participar en el comité que coordina las decisiones sobre la epidemia.

LAS CLAVES:

  • Primeras palabras. El nuevo líder califica su elección al frente de la formación como «el honor de mi vida

  • Europeísta. Fue responsable de la política sobre el 'brexit' y partidario de convocar un segundo referéndum

Los laboristas han criticado la estrategia inicial de Johnson contra la epidemia -una combinación de fomento de la higiene, fortalecimiento del sistema sanitario, distanciamiento social leve y desarrollo de una inmunidad grupal a la infección- y han señalando al uso generalizado de test en Alemania o Corea del Sur como más adecuada. Se han sentido reivindicados cuando la crisis ha mostrado las carencias del servicio público de salud.

El colapso en el número de usuarios del ferrocarril ha forzado al Gobierno a nacionalizar la gestión económica de las compañías que explotan segmentos de la red nacional en un régimen de franquicias por subasta que estaba en entredicho tras varias quiebras y rescates por el Estado. La nacionalización se incluía en el programa electoral laborista. Son críticos ahora con los contratos firmados con hospitales privados para aumentar servicios, a precio de coste, porque en realidad les estarían salvando de su quiebra.

La política de Johnson desde su victoria electoral en diciembre destacaba por el aumento notable de la inversión y del gasto públicos, respondiendo paradójicamente al malestar que provocó el voto al 'brexit' y luego a los conservadores en áreas hasta entonces laboristas. El endeudamiento para equilibrar la economía nacional ya había marcado un cambio con respecto a la década de austeridad presupuestaria, antes de que llegase esta crisis.

Abogado de derechos humanos

En ese mapa transformado de la política y la economía británica emerge ahora la figura de Starmer. Fue un abogado defensor de casos de derechos humanos, promovido después por el Gobierno laborista a director de la Fiscalía de la Corona. Diputado por una circunscripción de Londres, ciudad en la que nació, fue responsable de la política sobre el 'brexit' en la oposición. Corbynistas le acusan de haber forzado, con su empeño en un segundo referéndum, la confusa posición del partido, que habría causado, según ellos, la gran derrota en diciembre.

A diferencia de los líderes laboristas radicales en décadas recientes -Michael Foot, durante los primeros años de Margaret Thatcher, y Jeremy Corbyn-, Starmer nació en una familia obrera. Su nombre de pila lo era también del fundador del partido, Keir Hardie. Estudiante sobresaliente, alcanzó el más alto nivel profesional en la abogacía tras obtener la licenciatura en la Universidad de Leeds y cursar el posgrado en Oxford. Es considerado como un buen jurista y un hombre con estilo personal un tanto rígido.

Según un sondeo realizado esta semana, los miembros del partido apoyan con abultados porcentajes las políticas de Corbyn. El exlíder las describe como 'keynesianas', por su defensa de la inversión pública, aunque han sido descritas a menudo como socialistas o comunistas. Starmer ha sido cauto sobre sus intenciones durante una campaña electoral afectada por las restricciones de la vida social, pero su trayectoria le sitúa más a la izquierda que Tony Blair, pero más centrista que su predecesor.

El adiós de Jeremy Corbyn, tras obtener en las elecciones el menor número de diputados del partido desde la Segunda Guerra Mundial, asocia su figura a la de George Lansbury, líder pacifista e internacionalista del partido antes de la gran guerra. Como Corbyn, era un político de campañas más que de gobierno. Starmer guiará en sus primeros pasos a un partido debilitado por la derrota de diciembre a través de una crisis con consecuencias hoy imprevisibles.

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