Zelenski presiona a Stoltenberg para iniciar la adhesión de Ucrania a la OTAN en julio

Durante su encuentro, el dirigente ucraniano insistió en que «es hora» de que la OTAN invite a Ucrania a unirse y que «no hay barreras objetivas» que impidan su adhesión. Por su parte, Stoltenberg afirmó que «es el lugar que le corresponde» y que «todos los aliados» coinciden en esta idea. Con todo, aseguró que «lo prioritario» es que Kiev prevalezca, que siga siendo «una nación soberana, independiente y democrática y que gane la guerra».

Hace años que Ucrania reclamaba su adhesión a la OTAN y esta petición se ha intensificado desde que estalló la guerra, asegurando que es «su única garantía real de seguridad» ante Rusia. La Alianza, en cambio, descartó el envío de tropas y aviones de combate al país, argumentando que el país no es miembro de la organización y evitando -de este modo- un enfrentamiento directo con Moscú. «Nuestra intención no es provocar un conflicto, sino prevenirlo», apuntó Stoltenberg en marzo.

La OTAN sí ha apoyado al país con el entrenamiento a decenas de miles de soldados ucranianos y la entrega de más de 65.000 millones de euros en ayuda militar, lo que ha permitido a las fuerzas ucranianas «expulsar a Rusia de Kiev, Jersón y Járkov. Ahora estamos entregando aviones de combate, tanques y carros blindados, además de suministros médicos y móviles por satélite», destacó Stoltenberg.

El dirigente ucraniano, por su parte, pidió ayuda para «superar las reticencias» de los aliados a entregar a Kiev armas cruciales para luchar contra las tropas rusas. El país lleva meses demandando cazas de combate y tanques a sus aliados. Este nuevo llamamiento llegó tan solo un día antes de la reunión del grupo de Ramstein, la coalición de cincuenta países que apoya militarmente a Ucrania, que se celebra hoy en esta base militar estadounidense ubicada en Alemania.

Este grupo de países ya ha coordinado el envío de tanques para apoyar al ejército ucraniano. A los vehículos blindados alemanes Marder y Leopard, se suman además los Bradley estadounidenses. España, por su parte, se ha comprometido a entregar a Kiev seis carros de combate Leopard 2A4 antes de final de mes. El debate sobre la entrega de cazas sigue abierto.

Mientras, todo el apoyo de los países aliados «marca la diferencia en el campo de batalla cada día», destacó Stoltenberg, quien insistió en la importancia de mantener el respaldo a Ucrania en el corto, medio y largo plazo. «No sabemos cuándo acabará esta guerra, pero sabemos que la agresión rusa es parte de un patrón tóxico que debemos detener». La OTAN seguirá al lado de Kiev. «Estuvimos a vuestro lado tras la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014 y estamos a vuestro lado hoy, en vuestra heroica lucha contra los invasores rusos y en defensa de vuestro país», subrayó.

Sin detallar ningún plazo, el político noruego lanzó un guiño de apoyo a las aspiraciones de Ucrania para unirse a la organización, asegurando que la OTAN invertirá en la modernización de las fuerzas ucranianas con el objetivo de que se acerquen a sus estándares, lo que facilitará su ingreso en el futuro.

Lo más importante para la Alianza es lograr una «paz justa y sostenible» en el territorio. En ese sentido, Stoltenberg respaldó la propuesta de paz del presidente ucraniano, que pasa por el respeto a la integridad territorial del país y la retirada de todas las tropas rusas. Zelenski, por su parte agradeció la invitación a participar en el encuentro del grupo de contacto de Ramstein, y destacó que la visita del secretario general marca «un nuevo capítulo» en sus relaciones.

Con todo, el líder ucraniano llamó a no dejar de lado las «decisiones ambiciosas» que aún quedan pendientes, entre ellas, la de la adhesión de Kiev a la Alianza. Mientras tanto, la intención de Ucrania es seguir estrechando lazos con la organización.

La OTAN también trabaja para dar una mayor cobertura militar al país, impulsando producción de armas y municiones dentro de sus fronteras. Y es que la entrega de material militar a Ucrania en estos catorce meses de guerra ha mermado sustancialmente los arsenales de los aliados. Los países europeos tratan, además, de aumentar la fabricación de proyectiles de artillería de 155 milímetros, muy demandados por el las fuerzas ucraniana.