Secciones
Servicios
Destacamos
pAULA ROSAS
Lunes, 9 de diciembre 2019, 22:49
Hacía tres años que los líderes de Rusia y Ucrania no se veían las caras pero este lunes Vladímir Putin y el ahora presidente ucraniano Volodímir Zelenski pudieron sentarse a la misma mesa en París para intentar dar un nuevo impulso al proceso de paz, ... congelado desde 2014. Acompañados por Emmanuel Macron y la canciller alemana, Angela Merkel, en el que se conoce como Cuarteto de Normandía, el encuentro buscaba romper con el bloqueo que impide aplicar todavía los acuerdos de Minsk de 2015.
El simple hecho de que Putin y Zelenski lograran reunirse en la capital francesa ya se considera un éxito para una cumbre cuyo principal objetivo era, ante todo, crear un clima de confianza que pueda relanzar las conversaciones de paz, según fuentes del Elíseo. La última vez que los presidentes de Rusia y Ucrania se sentaban a la mesa fue en octubre de 2016. Desde entonces, nada. Ni siquiera con intermediarios. La llegada al poder de Zelenski en abril abrió una vía para la salida negociada de esta guerra entre tropas ucranianas y separatistas respaldados por Rusia, que se ha cobrado más de 13.000 vidas desde 2014.
El presidente galo, que ya anunció en la cumbre del G-7 en agosto que se habían producido avances diplomáticos, se reunió primero con su homólogo ucraniano y luego con el ruso. Los cuatro dirigentes, que se mostraron relajados aunque con semblante serio, protagonizaron más tarde una reunión a cuatro, que se prolongó durante más de dos horas. Hasta el último momento no se confirmó si Putin y Zelenski se reunirían a solas, aunque el encuentro tuvo lugar al final.
La cita en el Elíseo llega precisamente después de los pequeños progresos de las últimas semanas, los únicos hasta ahora: un intercambio incompleto de prisioneros en septiembre, la devolución a Ucrania en noviembre de tres buques apresados por las fuerzas rusas hace un año y el repliegue de ambas partes de la línea de frente.
Haya o no acuerdo, la situación para Zelenski es complicada. El antiguo actor fue elegido con la promesa electoral de acabar lo más rápidamente posible con el conflicto. Pero la oposición considera las negociaciones con Rusia como una «capitulación» ante Putin. Latente también está el alejamiento de EE UU después de que Donald Trump intentara chantajear al presidente ucraniano usando la ayuda militar estadounidense. Este lunes, al llegar al palacio del Elíseo, Zelenski parecía tener confianza, no obstante, en que las conversaciones darían fruto, e hizo el signo de la victoria en dirección a los fotógrafos.
Macron, que ha hecho del deshielo con Rusia uno de sus objetivos en política exterior, recibió críticas por ello de sus socios europeos, especialmente en el este de la Unión. Pero el francés ha buscado un entendimiento para acabar con el último conflicto armado en Europa, y la primera visita al extranjero de Zelenski una vez elegido fue a París.
Y Rusia, ¿qué busca en estas conversaciones? Por un lado están las sanciones que Bruselas y Washington le impusieron cuando se anexionó Crimea en 2014 y que el Kremlin espera que puedan levantarse una vez se logre la paz. Moscú asegura que espera ver un avance en la cuestión de las futuras elecciones en las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, pero defiende que Rusia «no es parte del conflicto», algo que niegan las potencias occidentales y Ucrania, que acusan al Kremlin de financiar y armar a los rebeldes, cuando no de engrosar sus filas con combatientes rusos. El temor de muchos es, además, que Rusia busque mantener un conflicto de baja intensidad, como sucede en Georgia, que debilite a Ucrania, la aleje de la OTAN y la UE y mantenga la influencia rusa en la región.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.