El posible adelanto a junio de las autonómicas andaluzas se cuela en el tablero político

Los 54 días que, según la Ley del Régimen Electoral General, deben transcurrir entre la disolución del Parlamento y la celebración de los comicios estrecha el margen de Moreno para decidirse si la opción, finalmente, es votar en junio y no posponerlo a otoño. El jefe del Gobierno andaluz, al que las encuestas dan por vencedor pero teniendo que apoyarse en Vox, ha aventado ese adelanto a antes del verano al insistir en la necesidad de contar con unos Presupuestos actualizados -los actuales son fruto de una prórroga derivada de su minoría parlamentaria- para afontar con mayores garantías la crisis inflacionista y bélica.

«Necesitamos tener las manos desatadas para tomar decisiones con determinación y coraje y poder salvar esta situación compleja», recalcó este sábado en Canal Sur Radio, al tiempo que invocó la constiución de un futuro gobierno «fuerte». El dilema de Moreno es complejo, dado que aún es pronto para calibrar hasta dónde alcanza el 'efecto Feijóo', por las incertidumbres que definen el marco económico y porque Vox está extrayendo rédito del descontento social que anida en el repunte de los precios.