rafael mañueco
Viernes, 25 de junio 2021, 13:54
El periodista opositor bielorruso, Román Protasévich, y su pareja, la rusa Sofía Sapega, secuestrados ambos por el presidente Alexánder Lukashenko el pasado 23 de mayo cuando el avión de Ryanair en el que viajaban desde Atenas a Vilna fue forzado a aterrizar en Minsk, salieron ... de los respectivos centros de detención en donde estaban confinados para ser puestos bajo arresto domiciliario. El apresamiento de ambos obligando a un avión de pasajeros a cambiar su rumbo bajo la amenaza de un avión de combate levantó hacer uno mes una enorme polvareda internacional.
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Sapega llevaba varios días en un apartamento alquilado en Minsk, la capital de Bielorrusa, según aseguraron sus padres tras lograr visitarla, y Protasévich, exdirector de la publicación opositora Nexta, llegó este viernes a otro piso diferente para permanecer en detención domiciliaria después de abandonar los calabozos del KGB, nombre que conservan todavía los servicios secretos del país. Su padre, Dmitri Protasévich, declaró al servicio en ruso de la BBC que, pese a que la medida adoptada es mucho mejor que estar en la cárcel, su hijo y su novia «siguen todavía bajo el total control de las autoridades, los cargos no les fueron retirados».
Los padres de Sapega, por su parte, no quisieron hacer declaraciones «para no perjudicarla» en la fase actual de la investigación contra ella. La Embajada rusa en Minsk confirmó que la joven fue trasladada del centro de detención preventiva a una vivienda alquilada y ahora se espera que el cónsul ruso recibida autorización para entrevistarse con ella.
El Comité de Instrucción de Bielorrusia acusa a Sapega de «incitar al odio social y la discordia» durante las protestas que estallaron el año pasado contra Lukashenko por falsificar los resultados de las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020. Los cargos presentados contra Protasévich son de naturaleza similar e incluyen delitos como «organización de disturbios masivos».
Las autoridades bielorrusas presentaron a Protasévich el pasado 14 de junio en una «kafkiana rueda de prensa», según la oposición, en la que dijo sentirse «genial». «Nadie me ha golpeado ni me ha tocado», aseguró. Dijo también que, aunque no comparte el punto de vista de Lukashenko, «le respeto como persona». Su padre, la verdadera vencedora de las presidenciales bielorrusas, Svetlana Tijanóvskaya, y la oposición en su conjunto denunciaron que Protasévich fue conminado a arrepentirse y dar imagen de complicidad con el régimen bielorruso bajo presiones y amenazas.
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Con anterioridad, el 4 de junio, el periodista ofreció una entrevista al canal bielorruso ONT reconociendo que efectivamente instigó las protestas del año pasado.
El bloguero anunció que «quiero hacer todo lo posible para corregir mis errores». «Admito abiertamente que fui una de las personas que llamó a la gente a salir a la calle el día 9 de agosto. Tan pronto como me presentaron los documentos y me acusaron, me reconocí culpable de inmediato», subrayó.
Fin
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