La OTAN descarta una zona de exclusión aérea en Ucrania

La situación humanitaria en Ucrania es, a día de hoy, «catastrófica» y la OTAN reiteró su llamamiento a la retirada de tropas y la vuelta a la vía del diálogo con Moscú. «Lo mínimo es que se creen corredores humanitarios en los que se garantice un alto al fuego», destacó el secretario general que, aún así, augura que «lo peor está por llegar».

El ataque a la central nuclear de Zaporiyia, que podría convertirse en un desastre humanitario y ecológico, «solo evidencia lo peligrosa que es esta guerra». La Alianza trabaja estos días para evitar que el conflicto rebase las fronteras ucranianas y «se expanda» a otros territorios. «Tenemos la obligación de defender al billón de habitantes que residen en los países aliados», reiteró Stoltenberg.

Desde que comenzó la invasión rusa hace ya diez días, los países aliados han ido reforzando su presencia en los países bálticos, Georgia, Moldavia y Rumanía. Doscientos buques aliados, una treintena de aviones y miles de tropas permanecen en estado de «máxima alerta» en los países vecinos a Kiev, por si tuvieran que intervenir. «Tenemos sospechas de que Rusia tratará de desestabilizar Moldavia y Georgia», dijo Stoltenberg. De hecho, recordó que Moscú mantiene tropas en esos dos países.

En paralelo, la OTAN ha contribuido al envío de armas a Kiev y a la capacitación del Ejército ucraniano. Además, los países aliados discutirán en marzo nuevas medidas a largo plazo para reforzar su presencia en el este de Europa. «Esta invasión ha marcado un antes y un después en nuestras relaciones con Rusia», reconoció el secretario general, que condenó los ataques a civiles.

El secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, acudió a Bruselas para debatir sobre la respuesta a Rusia el consejo de la OTAN. «Somos una alianza defensiva y no buscamos el conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros estamos listos para defender el territorio aliado», aseguró.

Los cancilleres europeos se reunieron también de forma extraordinaria en la capital belga con los representantes de EE UU, Reino Unido, Canadá y Ucrania. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell aseguró que «las sanciones son la herramienta más efectiva de la UE para parar la máquina de guerra rusa».

Los países preparan otro paquete de castigos «sin precedentes». Aunque este viernes no adoptaron ninguna medida concreta, debatieron sobre aumentar la lista de bancos rusos vetados del sistema de pagos internacional SWIFT y el posible veto a los gaseros rusos en puertos comunitarios. Borrell descartó de momento esta última medida: «A día de hoy seguimos dependiendo demasiado del gas ruso, pero debemos reducir nuestra dependencia», concluyó.