Netanyahu vuelve a polarizar la política de Israel

Los comicios serán un nuevo pulso entre los partidarios y opositores a Netanyahu y, según encuestas como la de la cadena 103FM, se volverá a repetir el empate entre los dos bloques tras el paso por las urnas con lo que lograr los 61 escaños necesarios será de nuevo un reto. Netanyahu ya está inmerso en plena campaña y anuncia un futuro ejecutivo de unidad liderado por el Likud, pero sabe que no será tarea sencilla y que su proceso por corrupción le puede costar caro.

La formación de una coalición formada por ocho partidos de ideología dispar nació de forma amistosa y su final también ha sido así ya que Bennet traspasará el control del ejecutivo a Lapid, un cambio previsto para mediados de la próxima semana. En estos 375 días, el que ha sido el 36 Gobierno de Israel ha logrado éxitos como el que supuso aprobar los presupuestos, las primeras cuentas que salían adelante después de tres años de parálisis.

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Tras el anuncio de disolución del parlamento del lunes, medios Haaretz apuntan a que Bennet podría incluso dejar la política para volver a su vida de hombre de negocios. El analista Yossi Verter adelantó que el primer ministro «no se presentará a las próximas elecciones» y destacó que finalmente han sido diputados de Yamina, el partido de Bennet, quienes han derrocado al gobierno.