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Ramona Asla
Lunes, 24 de junio 2024, 09:22
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se muestra convencido de que la fase más intensa de la ofensiva militar contra la Franja de Gaza «llegará pronto a su fin», pero advirtió de que la guerra continuará hasta que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) deje ... de controlar el enclave. «Va a ser muy pronto», afirmó en una entrevista con el Canal 14 de la televisión hebrea, la primera concedida desde el ataque de las milicias palestinas contra el sur de Israel del pasado 7 de octubre.
Anunció, asimismo, que una vez concluya esta «fase tres», Israel podrá enviar más fuerzas al norte, a la frontera con Líbano, para enfrentarse a Hezbolá. «Lo vamos a hacer. En primer lugar y más importante por motivos defensivos y en segundo lugar para que los evacuados puedan volver a sus casas», señaló. Para ello, se manifestó a favor de un acuerdo diplomático. De cualquier manera, avisó de que si no se consigue recurrirá a «otros medios». Cualquier pacto debe incluir «el distanciamiento físico de Hezbolá de la frontera», según el dirigente judío.
Además, Netanyahu destacó la muerte el sábado en un ataque israelí del que ha calificado como 'número 4' de Hamás, Raad Saad. «Les estamos dando fuerte», señaló. Pero, paradójicamente, también abogó por un diálogo con las milicias islámicas para cerrar un acuerdo que permita la vuelta de los rehenes. Matizó, no obstante, que no estaba «dispuesto a dejar intactos a los terroristas».
Sobre el futuro de la Franja de Gaza, Netanyahu descartó que la Autoridad Nacional Palestina recupere el control político del enclave en lugar de Hamás. Así, reveló que el Ejército le propuso hace cinco meses entregar el control a los clanes gazatíes, pero entonces se descartó. Ahora hay una nueva propuesta que no quiso hacer pública.
Por otra parte, Netanyahu reprochó a Benny Gantz su salida del gabinete de guerra: «Gantz y Eisenkot han hecho algo que no se debe hacer. Han dejado el Gobierno durante una guerra con siete frentes. Es algo que no se debe hacer», apuntó, al tiempo que recordó que cuenta con el apoyo de la gente. «Estamos en una democracia», remachó.
También a nivel político, Netanyahu comentó la negativa de algunos reservistas a incorporarse a filas en protesta por la reforma judicial antes del ataque del 7 de octubre. El mandatario calificó este gesto de «desastre» del que ha responsabilizado a «la izquierda». «Ya dije entonces que estaban poniendo en peligro a Israel», afirmó. Así, considera que estas protestas fueron «un factor importante» relacionado con el ataque del 7 de octubre, «pero no el factor principal». Así, defendió la continuidad de su Gobierno de derecha y extrema derecha porque la alternativa es «una coalición de izquierda» que «crearía un Estado palestino».
Tras la entrevista, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir ha defendido de nuevo los asentamientos judíos como solución de futuro para la Franja de Gaza. «Los asentamientos judíos en la Franja de Gaza y fomentar la emigración voluntaria de los habitantes de la Franja de Gaza es realista y el camino hacia el concepto de la victoria absoluta. Igual que nos asentamos en Israel tras 1967, podremos hacerlo de nuevo en la Franja de Gaza después de 2024», remachó.
En cambio, el líder de la oposición, el centrista Yair Lapid, ha cuestionado la capacidad de Netanyahu para gobernar. «Recomiendo ver la entrevista de Netanyahu en el Canal 14. Juzguen por ustedes mismos si es capaz de liderar un país en crisis», ha argumentado.
También ha reaccionado la Asociación de Familias de Rehenes Israelíes en Gaza, que ha señalado que poner fin a la guerra en Gaza sin conseguir la vuelta de los rehenes es un «fracaso nacional sin precedentes» y una renuncia a los objetivos declarados de la guerra como tal, según recoge la prensa israelí.
Netanyahu estaría así «abandonando» a «120 secuestrados», lo que supone incumplir su obligación moral, de Estado, para con sus propios ciudadanos. «No vamos a permitir que el Gobierno eluda su compromiso con respecto a nuestros seres queridos. Netanyahu tiene que traerlos a todos de vuelta», ha subrayado el grupo.
La oficina del primer ministro ha tenido que salir al paso de estas críticas y ha subrayado que la guerra no terminará hasta la destrucción de Hamás y el regreso de todos los rehenes. «Netanyahu ha dejado claro que no vamos a irnos de Gaza hasta que recuperemos a los 120 rehenes, tanto vivos como muertos», recalcó.
Además ha recordado que «Hamás es quien está en contra del acuerdo, no Israel», después de que las palabras de Netanyahu contradijeran la propuesta israelí de acuerdo esbozada por Joe Biden. La iniciativa incluye un alto el fuego provisional en una primera fase que en la segunda derivaría en «una calma sostenible con el cese permanente de las operaciones militares y de las hostilidades».
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