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Mikel Ayestaran
Jerusalén (Israel)
Martes, 10 de septiembre 2019, 20:26
El mundo de fútbol llora la muerte de Sahar Johadari. Tenía 29 años y falleció a causa de las heridas que sufrió al quemarse a lo bonzo frente al Tribunal Revolucionario donde la juzgaban por haberse intentado colar en un partido del equipo de su ... alma, el Esteghlal de Teherán, uno de los grandes de la capital junto al Persépolis. «Se vio obligada a llevarse su deseo a la tumba», escribió el club en las redes sociales para despedir a esta aficionada que, como todas las mujeres en la República Islámica, solo puede entrar a un estadio si se disfraza de hombre y logra burlar las medidas de seguridad.
Esto es lo que intentó Sahar en marzo, cuando el Esteghlal recibió al Al Ain, de Emiratos Árabes Unidos en la capital iraní. La joven se vistió una vez más la camiseta azul de su equipo- de ahí el hastag #bluegirl que ha inundado las redes sociales en las últimas horas- y se dirigió al estadio Azadi, pero esta vez no superó los controles y la detuvieron. Permaneció tres días en comisaría hasta que la pusieron en libertad provisional. Acudió seis meses más tarde al juzgado, pero el juicio se retrasó a última hora por un problema personal del juez. A la espera de conocer la sentencia firme, le informaron de manera informal que lo más probable es que tuviera que cumplir una pena de entre seis meses y dos años de prisión por haberse intentado colar en el campo. No pudo aguantar estas palabras. Se roció de gasolina y se prendió fuego en plena calle. La trasladaron de urgencia a un hospital de la capital, pero murió a los pocos días tras sufrir quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo, según revelaron los médicos.
Las mujeres no pueden entrar a ver fútbol masculino en Irán desde 1981, dos años después del triunfo de la revolución islámica liderada por el ayatolá Jomeini. Se trata de una ley no escrita, que se levantó excepcionalmente en 2018, con ocasión de un amistoso entre la selección y Bolivia, y de forma temporal durante el último Mundial de Rusia, en el que se trasmitieron los partidos del equipo nacional en pantallas gigantes instaladas en estadios. La FIFA ha dado un ultimátum a la federación iraní para que acabe con este veto antes del 31 de agosto, pero de momento no se han producido movimientos. El organismo internacional emitió un comunicado para mostrar sus condolencias «a la familia y amigos de Sahar y reiterar la llamada al Gobierno iraní para que autorice la seguridad de las mujeres que desean entrar en los estadios».
El capitán del combinado nacional y exjugador de Osasuna, Masoud Shojaei, también tuvo un mensaje de solidaridad con la aficionada muerta y escribió en su cuenta de Instagram: «Igual que estamos en shock por las limitaciones impuestas a las mujeres en el pasado, la próxima generación quedará definitivamente perpleja por el hecho de que se prohíba a las mujeres entrar en estadios de fútbol en nuestro tiempo».
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