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Mikel Ayestaran
Enviado especial. Beirut
Martes, 8 de octubre 2024, 19:17
Benjamín Netanyahu difundió anoche un vídeomensaje para confirmar que Israel también ha logrado acabar con la vida de Hasem Safieddine, a quien algunas fuentes señalaban como sucesor de Hasán Nasrala al frente de Hezbolá. El primer ministro añadió que la operación también había permitido eliminar a su posible relevo. Toda una exhibición de fuerza por parte de los servicios de Inteligencia hebreos, que han logrado infiltrarse hasta lo más alto de la cúpula de la milicia chií y volver a descabezarla.
Sin embargo, la versión del primer ministro fue puesta en entredicho poco después por las propias Fuerzas de Defensa. Su portavoz, Daniel Hagari, se mostró más prudente y anunció que «los resultados de este ataque aún se están investigando», aunque precisó que «sabemos que Safiedinne estaba allí», en relación al búnker bombardeado y arrasado al sur de Beirut. Hagari añadió que el refugio albergaba la sede de la Inteligencia de Hezbolá.
Desde entonces el Partido de Dios ha perdido el contacto con quien ocupaba el cargo de responsable del consejo ejecutivo, pero no ha confirmado su muerte de manera oficial. Los equipos de rescate han tratado de llegar en numerosas ocasiones a la zona, pero los israelíes lo han impedido con ataques constantes. Este religioso de 60 años era primo de Nasralá y tenía una conexión directa con Irán, donde su hermano es el actual representante de Hezbolá. El bombardeo israelí fue masivo y en la misma operación murió Hussein Hazimah, jefe de la inteligencia de la milicia proiraní.
Las opciones para liderar al grupo se agotan y Naim Qassem, subsecretario general, compareció por segunda vez desde el asesinato de Nasrala, lo que le sitúa como una especie de nuevo portavoz ante sus seguidores y el resto del mundo. El religioso de 71 años se mostró desafiante y trató de dar una imagen de calma y control ante los golpes constantes que les propina el enemigo.
«Los israelíes se van a llevar una decepción porque hemos encajado los golpes y avanzamos», señaló Qassem, que tiene la complicada tarea de recuperar la confianza de los seguidores del partido, confundidos por la debilidad mostrada en las últimas semanas. Su carisma está muy lejos de la de Nasralá y adelantó que en cuanto sea posible elegirían a un nuevo secretario general.
Hace dos semanas Estados Unidos y Francia pusieron sobre la mesa un plan de tregua de dos semanas, que parecía contar con el visto bueno de Netanyahu. Ahora nadie se plantea un alto el fuego. Nasrala está muerto y los israelíes han desplegado cuatro divisiones en el sur del Líbano, bombardean cada día Beirut y planean la respuesta que darán a Irán tras el lanzamiento de 181 misiles balísticos.
Sin embargo, Qassem mostró su respaldo a los planes del presidente del Parlamento, y aliado de Hezbolá, Nabih Berri, de intentar llegar a un acuerdo para detener los combates, pero dejó claro que «si el enemigo decide continuar con la guerra, entonces el campo de batalla decidirá».
Es una incógnita saber si Hezbolá ha logrado reordenar su estructura de mando y asegurar su sistema de comunicaciones, que saltó por los aires tras la operación de los buscas y los walkie-talkies. La presión de Israel va en aumento y se extiende a Siria, puerta principal de entrada a las armas del Partido de Dios. A última hora de la tarde se produjo un nuevo ataque en Damasco, en el barrio de Mezze, algo que comienza también a ser habitual.
En Beirut Israel anunció el enésimo golpe contra el liderazgo del grupo pro iraní con la muerte de Suhail Hussein Husseini, considerado el responsable de logística. Al frente sur llegó una cuarta división y la estrategia consiste en desgastar al máximo al enemigo desde el aire para facilitar el avance de las tropas y reducir las opciones de combates cuerpo a cuerpo.
En un intento de mostrar una imagen de victoria, varios soldados izaron una bandera con la estrella de David en Maroun al-Ras, bastión de Hezbolá, según se pudo ver en la cadena pública Kan. Como hicieron en Gaza, los soldados graban también con sus teléfonos en el escenario de operaciones y comparten grabaciones en casas capturadas a libaneses en redes sociales.
La imagen de la bandera de Israel ondeando de nuevo en Líbano despertó fantasmas de un pasado no muy lejano. El analista Emile Hokayem, director de Seguridad Regional del International Institute for Strategic Studies, señaló en su cuenta de X que «en 2000, Hezbolá ganó cuando expulsó a Israel, pero también perdió su causa porque, ante los ojos de muchos, dejaba de resistir a la ocupación y se convertía en una extensión de Irán. En 2024 Hezbolá cometió el último error estratégico, que llevó a Israel a volver a invadir. Al izar su bandera en territorio libanés, Israel permitirá a Hizbolá recuperar y revivir su causa».
Hezbolá trata de mantener sus posiciones y demostró una jornada más que mantiene la capacidad de lanzar cohetes. Más de cien proyectiles salieron en dirección Haifa, algunos lograron burlar al sistema de defensa y causaron varios heridos al norte de la ciudad costera. Israel anunció que «la escala de actividad cambiará de actividad parcial a actividad limitada, lo que significa que las actividades educativas están prohibidas».
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